martes, 16 de enero de 2018

investidura de Boadella



Creo llegada la  hora de dejar de jugar con la ciudadanía española, desde Cataluña.
Boadella es un señor que me caía bien y no tiene por qué caerme mal porque se ofrezca a una parodia independentista de Cataluña. Pero las parodias son parecidas a los piropos que se les lanza a las féminas: son machadas o machistas. Es verdad que a, alguna, le gustará y, a otra, no. Pues, dejando de piropear, se acaba con la ambigüedad. Si dejamos de tomar el asunto independentista como moneda de cambio y de juego sucio: todos quedaremos sujetos a las Normas establecidas. 
Voy a creer que Boadella intenta posicionarse con aquellos que no son secesionistas, pero flaco favor se hace tomando posiciones con unos o con otros. Si no he entendido mal se intenta unificar a los unos con los otros; no posicionarse con los catalanes o los españoles. Todos somos españoles: lo quieran o no determinados individuos. Los corralitos deben acabar y aflorar las mierdas que haya escondidas desde 40 años atrás. Empezando por Mas y los Pujol, los Junqueras y los Puigdemont. ¡Ya basta de escollos en la senda del camino!¡Qué sois muy tontos!

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