viernes, 22 de agosto de 2014

¡Qué casualidad!

de la noche a la mañana salta el milagro del Zmapp; medicamento milagroso que cura el ébola; y que se comercializará gracias a las caras de sanos que presentan los dos misioneros estadounidenses. Las farmacéuticas dirigidas, gobernadas y en propiedad de los Buhs, deben dar saltos de alegría cuando empiecen a salir a venta los millones de píldoras o ampollas, metiditas en sus cajitas. Está claro que rezo y me congratulo con los dos misioneros y rezo más aún, por aquellos que no tuvieron tanta suerte de provar la pócima, en formato compromido. Pero lo que no estaba claro ayer por la mañana, por la tarde era el milagro estadounidense. Estos americanos son lo mejor de lo mejor en entradas triunfales en todo lo que hacen. Lo que para los ingleses es un honor llegar tarde a una cita, para los hollywoodienses es una orgía. Todo para ellos es celofán. Todo lo reproducen como la llegada a la luna, en los estudios naturales de Almería; incluída la alfobra roja y los actores, y si son misioneros: mejor, porque dan más pie a la farámbula. 
Ya lo dijimos en otro post, que suelen sacar el remedio antes que la enfermedad, pero es que son demasiado repetitivos a la hora de hacerlo todo, para que todos creamos que son -efectivamente- los mejores del mundo; los salvadores de la humanidad, aunque tengan que hacer guerras para demostrarlo. 
Llegado a este momento tengo que decir que estoy más tranquilo, si la cosa es así, a la hora de pillar el ébola. Sabiendo que ya hay cura pero... ¿Me llegaría a tiempo alguna ampolla febril, siendo un ciudadano normal? Me temo que no pertenecemos ni a Dios, ni a los políticos.
La sociedad hoy es una sociedad enferma. Desde que nacemos somos medicados sistemáticamente, incluso sin estar enfermos. La salud se ha convertido en producto de mercadotecnia y alguien llena sus bolsillos a costa del resto. Existe una conspiración para mantener a la población drogada y dormida, lo que da réditos para: población manejable y controlable y por tanto, un recurso para llenar muchos bolsillos. Por ello es necesario que de vez en cuando les guste alarmarla (sociedad) con virus múltiples y así sobremedicarla. Lo que me llena de estupor es pensar que, si la población está dormida, el que nos duerme es un hijo de la gran putana.

No hay comentarios: