ni extraño, que la doña Leti use inhibidores de frecuencia. ¿Por qué?, porque ha cambiado los preservativos por los inhibidores, de este modo se quita de enmedio al memo de su esposo. Es muy normal que la doña utilice las nuevas tecnologías para conseguir placer, sin que se entere nadie más que ella. Así, de esta forma, Leti sale de juerga con los "amigos" de toda la vida que, al parecer, la siguen allí por donde pasa y desplaza. ¡Total no paga nada! Bueno, pues eso, que sigue jugando a ponerle cuernos a su esposo desde la rabieta tomada con su suegro, aquél que, en plena abdicación se deja besar por su esposa (¡...!), se abra a su hijo, pero pasa de saludarle a ella. Un revolcón como cuando la llamó a consulta por su larga lengua... y a la que calló diciéndola: ya sabemos que eres muy lista, pero deja hablar a los demás. Esas cosas a la Leti se la llevan los demonios y máxime si su marido se la pega, también, con otras. Ya tenemos una monarquía a lo convencional y a lo Borbón: chulos, putas, maricones y chorizos. Y es que los tiempos han cambiado y la ley de Dios, ha dado paso a la del diablo. Mejores o peores... se verá con el tiempo, aunque el tiempo para estos mamarrachos sea de milenios. Y mientras las cosas en Mariven siguen de esperas y tormentos de la Sofia con los nietos, el rey se relame los codos con la Corinna, en un intento de quitarse las penas de la abdicación. Él, que tanto le ha gustado manipular, y estar en el caldo y las tajás. Y está decaído por lo de su hija y el bueno de Urdanga, el que fuera manipulado por el Príncipe desde el principio, y encima le haya tocado bailar con la más anal-fabeta, de la familia.
Total que Urdanga está con una depresión de caballo, porque no puede ir a Mariven, con el resto de la familia. Está vetado por la reina Leti y el faldero de su esposo. Tambien podría ser que le faltara algún amigo a su alrededor; los mimos de su esposa no son iguales que los de ese amigo íntimo.
En fin, que las cosas de los palacios van despacio y con sobresaltos, e inhibidores de sonido y flash, y aparatos de masajes vibratorios...
Estamos llegando a un momento en el que me dan ganas de llorar, de verdad, por estas pobres gentes. Lo mal que lo están pasando... menos la Sofia, ella es del grupo Bilderberg, y como tal no tienen sentimientos encontrados ni perdidos: no tienen. Así, de esta guisa, no muestran ninguna debilidad ni ofensa, a los ojos de los demás. Una treta de reyes.
Estamos llegando a un momento en el que me dan ganas de llorar, de verdad, por estas pobres gentes. Lo mal que lo están pasando... menos la Sofia, ella es del grupo Bilderberg, y como tal no tienen sentimientos encontrados ni perdidos: no tienen. Así, de esta guisa, no muestran ninguna debilidad ni ofensa, a los ojos de los demás. Una treta de reyes.
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