no se recibe con 1650 antidisturbios, en las puertas de la capital del país; y decir que los que vienen anunciando su llegada: arriban con violencia, porque ello es faltar a la verdad. Las decisiones tomadas por la ministra han sido nefastas, mal evaloradas, y por tanto, debe dimitir por ese dispositivo policial que no hacía falta estuviera en las calles de Madrid. Si la delegada del gobierno no sabe llevar a cabo su ministerio, deberíamos prescindir de sus servicios, al igual que si el presidente no sabe, no quiere, o está a todo menos a lo que debe estar: hay que prescindir de sus servicios. No podemos tener parásitos en el gobierno, como no deberíamos tener parásitos en la Monarquía. Aquí, en lo público, hay que pedir resultados, como en lo privado, y el que no cumpla con los
martes, 25 de marzo de 2014
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