jueves, 27 de marzo de 2014

el poder del águila

Aquí tenemos el águila que tan lúcido preside los altares de las reuniones que presiden estos degenerados de los políticos. Ese águila no presume por los ciudadanos del mundo, sino que representa la casta solar que gobierna el planeta, así como les da a entender. 
Este individuo se llama Bokassa, un dictador en la colonia francesa del Congo. Uno parecido a otros más, en muchos lugares del mundo. Estos son los tontos necesarios para someter a los ciudadanos a las más bajas aberraciones, y con el consentimiento de los demás dignatarios universales. A estos son a quienes después, les hacen esos cortejos fúnebres que duran tanto tiempo y se les corona como mundialmente conocidos y buenos. Otro Mandela, Gandhi, etc.
Este payaso se autoproclamó Emperador del Imperio Centroafricano, y gobernaba por mano de los franceses que le dieron todos los beneplácitos que deseara a costa de obedecer los intereses franceses. De esta guisa fue amigo íntimo de Valéry Giscard, quien le invitaba muy a menudo a su palacio, y le regalaba diamantes.
En su curriculum destaca los millones (20) gastados en una celebración mientras el pueblo se moría de hambre. Y atesoraba oro y diamantes con los que le obsequiaban desde París. Tanto fue lo acumulado que se hizo un Water de oro, y la simulación de la corona de Bonaparte I. 
Como vemos no me extraña que los africanos busquen dónde poner su pompis, porque no tienen dónde hacer sus deposiciones. Pero al igual que los negros pompis, están los pompis blancos que nos pasa lo mismo con los descerebrados imperialistas que tenemos por dirigentes.
Hay que seguir con las manifestaciones; si no somos capaces de derrocar desde el Rey hacia abajo.

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