martes, 11 de marzo de 2014

decenas de inmigrantes

Decenas de personas protestan en Madrid contra las muertes en la frontera de Ceutase manifiestan en Madrid contra la política de inmigración y la Guardia Civil. Al parecer sus posturas deben tener mayor relevancia en nuestro país que en el propio; de donde salen sin amparo de sus legisladores. Es curioso que los que entran saltándose nuestra ley, representada en las vallas, fronteras o aduanas, distribuyan su disconformidad contra nuestro país, en vez de ir contra el suyo. ¿No sería más adecuado recurrir a las leyes del pais acogedor, para denunciar las ilegalidades del pais de nacimiento?
¡Todo ésto es una pantomima! 
¿Nos hemos preguntado alguna vez, por qué Estados Unidos, China, la Unión Europea, etcétera, etcétera, quieren dejar vacío el continente africano? Porque hay mucho que repartirse por esos lugares olvidados y ahora reconocidos como potencialmente ricos.
Alguien (alemán) dijo, que si a los africanos u otros paises necesitasen de especialistas para enseñarles a vivir en sus pueblos o ciudades de nacimiento, cada país de la Unión facilitara esa mano de profesionales para dirigirles hasta que supieran valerse por sí mismos, y no tuvieran que abandonar sus enclaves. Porque, en principio, no hay peor cosa que tener que abandonar lo que es tuyo, por nacimiento, y tener que pasar calamidades fuera de tu entorno familiar. Y porque no se puede ni debería permitirse que los empresarios (busca tesoros) les utilicen como corsarios, en detrimento de los derechos adquiridos por los trabajadores de los paises de acogida. Enriqueciendo más, si cabe, a las empresas de ámbito B, acostumbradas a las ilegalidades fiscales. Y qué mejor para las ONG que tener mano de obra a la que expoliar diariamente, después de las peonadas campestres. Ya sabemos que las ONG son los negreros que utilizan los reyes para la adquisición de obra baratísima en sus propiedades particulares. No vamos a desdeñar la Iglesia, a quienes les aprovechan para trabajos oficiosos múltiples, y que hoy empiezan a denunciar los abusados. 
¡Toda una mafia, de la que no escapa nadie!

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