de una vez los antidisturbios, policías nacionales, guardias civiles, que los que están en la picota son ellos, y no el pantuflo de los/las políticos/as de turno, como en este caso, la violenta Delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes. Ya se la veían sus modales intransigentes en los actos del 15M y posteriores. Ella no quiere ver a la gente fuera de sus casas; en la calle. Ella quiere ir por la calle sola; sin que nadie la moleste, porque ella es: La Superwoman.
Ahora resulta que los antidisturbios echan la culpa del desbarajuste del 22M al gobierno. Y qué esperaban.
Les recuerdo que en otra ocasión los mismos vestidos de Batman o similares, tuvieron que pedir disculpas a la ciudadanía por las órdenes que tenían de aporrear al pueblo hasta la saciedad. ¿Por qué les gusta esta clase de violencia? Porque al igual que en otras agencias ONG, iglesias, palacios y cortes reales, se hacen rituales satánicos a dioses del inframundo, estos utilizan la violencia como ritual al mismo descerebrado demonio satanista. Y lo más descerebrado de todo es, que la gente cae en la trampa urdida por estos descerebrados, también, políticos.
Esto empieza a desmadrarse, y si los partidos políticos -representantes del pueblo- no saben conseguir los medios para los que la ciudadanía se manifiesta, esos políticos están de sobra. ¿Qué hacen todos los días metidos en esos edificios tan emblemáticos, si luego no consiguen encontrar la fórmula a los derechcos y libertades del pueblo? ¿Para qué creen estos mamarrachos que el pueblo les vota, para llevarnos al abismo?
¡Destituirlos es la obligación del pueblo, antes de que más gente salga herida o haya muertos! En cuyo caso estamos perdiendo todos los españoles, menos los representantes de la ciudadanía. ¡Qué vergüenza!
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