para los enamorados sectarios masones; esos a los que las numerologías son el pan nuestro.
El Boeing 777 demasiado cabalístico para no aprovecharlo en una ofrenda a los dioses paganos a los que están enganchados estos individuos. No nos estrañe que los 239 pasajeros hayan sido objeto de ofrenda a estos dioses del inframundo. Toda la vida han existido esos dioses que pedían sangre humana y joven para satisfacer, a parte de sus más que desalmados propósitos, las solicitudes de que eran objeto. Un tanto como el cuento de Aladino y la Lámpara Maravillosa: donde el genio necesita de Aladino para buscar la libertad, de la que le habían privado; por algo sería.
Estos entes bajo astrales solicitan de los panolis de los humanos de las ofrendas sangrientas para darles vida en los lugares donde se encuentras encerrados. Por algo será.
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