Machada de los CDR sobre el cemento liso de la fachada de alguna Comisaría de policía, en Cataluña.
Eso espera la policía que no olviden los palos que les dieron y las detenciones que provocaron. Gracias a eso hoy, hay presos políticos, que debieron estarlo mucho antes de sus travesuras. Que, como niños pequeños..., y ante las consecuencias creadas..., se vinieron abajo y babearon delante del juez.
Eso sí que es vergonzoso.
Esas palabras de sus dirigentes delante del juez:
--"Lo que hicimos no fue verdad";
--"Ya sabíamos que no íbamos a ninguna parte anunciando la república";
--"Yo no voy a contestar a sus preguntas".
--Sí, Loco, si que vas a contestar a las preguntas porque ello conlleva penas... --Ah, entonces sí. Perdone, Señoría, en qué estaría yo pensando...
Este es el nivel de políticos que tenemos dirigiendo España. Una salva de asalta-abuelas, con menos seso que un drogata con mono. Y, aun no cabiendo más tontos por metro cuadrado se suman los amigos de Torra como los asesinos de los juegos de roll. Esos, que, cuando los miras ves que Dios es bueno, y les ha juntado por su nivel intelectual: 0, patatero, como diría el dibujo animado masón Burt Simpson.
Estoy pensando en utilizar la máquina de Dios para que a la vez que fabrica seres humanos...: a los CDR les apaleen con palas de sacar el pan del horno. De esa forma -dispongan de origen- el recuerdo de lo que no deben hacer cuando nazcan en Cataluña. Y, así, van acumulando recuerdos si es que les sirve de algo. Hay gente que le gusta la vara y si no la siente sobre el lomo como que le falta algo. Y, lo peor, es que no es algo sexual. Es endémico. Lo llevan en el ADN. Lo mismo que Torra lleva la sangre azul y la hermosura de un ario. Aunque fue Junqueras el rey de los atlantes, antes del diluvio universal. Se le quedó esa cara de camaleón cuando vio venir la Gran Ola sobre la ciudad. A los de Orión no les dio tiempo de rescatarle y por eso, ahora, necesita poseer una comunidad para sentirse como en casa. Otro que recuerda sus ancestros.
Por favor,
que no pase más tiempo sin que las cárceles españolas se sientas plenas de tanto estúpido encerrado en ellas. Darles bien de comer para que no sientan necesidad de salir, y tengamos el desprestigio de disfrutar sin su compañía. Amén.
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