mientras Marlaska se comía sus buenas hamburguesas en Madrid porque las de Barcelona están chamuscadas estos días...; el presidente, Sánchez, se ha personado en Barcelona para agradecer a los Cuerpos de Seguridad del Estado la gran labor que están haciendo repartiendo hostias a diestro y siniestro, por culpa de un individuo llamado Torra, al que sí deberían de haberle dado collejas desde Barcelona hasta la frontera Belga o Berga. Parecida a la que se comería Marlaska después de la hamburguesa en el restaurante: "Madre Mía, Qué Rico". En este restaurante suele ir mucho macho machote a ligar a otros machos machotes y mira por donde..., ha coincidido allí Marlaska con su asesor. El restaurante se llama Madre Mía, Que Rico, por la costumbre que tenían los comensales cuando -después de comerse las viandas- salía el de la polla al hombro. De ahí, por la sorpresa, le pusieron Madre Mía: por las pollas que allí se consumían...
Pues como digo...
En ese restaurante estaba Marlaska comiendo pollas por debajo de las mesas y, el presidente, comiendo la orejita al grupo de policías de nombre: Hasta la Polla, por hacerles pasar esos numeritos para ganarse el pan con el sudor de la porra, que no de la ídem. No siempre que se ve un uniforme en la calle tiene que venir de una despedida de solteras, no. En este caso eran los Mossos, la Nacional y la Guardia Urbana, quienes acompañaban una rondalla y peregrinos llegados, de visita, a la capital. Unos 500.000. Mucho peregrino para una sola vez...
Total;
que después de ir deprisa a la Comisaría y volver a Madrid, con la misma prisa, no ha pasado a saludar a Torra. Todo el mundo nos hemos quedado ojiplásticos, mosqueados, cuando sabemos del pie que cojean los dos amigos de mamadas múltiples. Torra se la mama a Sánchez y viceversa. Todo por el corralito montado en Cataluña, que dá muy buenos beneficios a los chorizos catalanes de la familia Pujol-Madre Superiora, Mas, Puigdemont, Torra, Torrent, y los demás tontos del montón... Si no se les permite o consiente que se autoproclamen Reinas, estoy seguro que les va a dar un patatús cuando tengan que devolver los 80 mil millones que deben a las arcas del Estado central, y por tanto, a las demás comunidades. Quieren evitarse el pago, intentando zafarse por la puerta trasera, como hizo Puigdemont. Están intentando que el Estado no les meta en un brete con obligarles a pagar semejante cantidad. ¿De qué vive Puigdemont en Bélgica? De los buenos dineritos que le manda Torra, Torrent y los políticos presos.
Señores
todos bandarras a la cárcel, y a limpiar y sanear la comunidad Catalana. Y de paso..., a el País Vasco, que también tiene su aquél.
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