Así se me ha quedado la cara cuando he visto el vídeo que les pongo a continuación. La monarquía sale de España a un viaje por Sudamérica y no vuelve;
¿qué, qué?
Un pacto con la izquierda, para dejar la corona, y exiliarse al país que elijan con la intención de proclamar la República Bananera Española. Eso sí, con una buena cantidad por delante y otra: para vivir cómodamente hasta que muera el último de los hijos y nietos.
¿Qué, qué?
Al parecer la intermediaria ha sido la esposa del Monarca; Leti, la republicana, se ha puesto del lado de los asalta estados y ha vendido a Felipe y a sus hijas a una república de escraches, asesinatos y funcionarios chorizos, a más no poder. Es decir, a la altura de esos países sudamericanos cuyos policías y políticos son de lo más corrupto y asesino. Donde los niños son abandonados en las calles al cuidado de aquellos, Sin Ley, que los utilizan de mano de obra barata, carne de contrabando y pedofilia a tutiplén.
El vídeo nos aclara por qué Felipe no ha influido en las revueltas callejeras, en Barcelona; y por qué no ha respondido a las preguntas que, con tanto ahínco, nos hacíamos los españoles a través de los medios de difusión: ¿Por qué no os calláis, republicanos, asquerosos?
¿Realmente, La Casa Real, ha tirado la toalla y se va a disfrutar de paisajes más floridos y hermosos?
Me cuesta creerlo... pero hay intenciones que nos mostraron a un Sánchez plagiando al Rey en el Besamanos; y en la convocatoria de los partidos en la Moncloa.
¿Adiós Monarquía, adiós?
¿Después de las presidenciales?
¡Manda carajo!
¡Manda carajo!
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