Pero... ahí lo tenemos... disfrutando de su persona, para regocijo de Begoña. Una mujer que subirá a la historia de España como consorte de Rey depuesto. Cuya corona será de laurel... (de cuya hoja se obtiene el cianuro por si una de aquellas...); la otra no porque es hereditaria, de Rey a Rey, y de oro. ¡Uh, yu, yu!
Me gustaría saber quién es el asesor que informa a Pedro lo que puede o no, hacer, y hasta dónde llegar. Porque me da que se despiporra del chaval haciéndole pasar por cada trago del carajo; como aquél día del besamanos... que se pusieron a continuación de los monarcas a dar la mano a todo el que pasara por allí. ¿No sabía que tenía que besarmano y pasar desapercibido? -Sí, lo sabía; -lo sabía; pero eso de pasar desapercibido..., no está dentro de su agenda.
Total;
que la entrada de Pedro en Presidencia nos ha dado a conocer a un hombre que no sirve para nada. A un individuo que no se le puede sacar de su campo de vigilancia de discotecas y fiestas campestres. Es tontería mirar para otro lado por haber metido la pata con sentarle en la Potrona... Pero, a ello se arriba por culpa de otro incesto que dejó su territorio gobernado por un bolso. Al menos, Calígula, hizo Cónsul a su caballo Incitus: ser animado que conoce a su ginete y lo defiende a base de coces...
Feliz el que deja un bolso en su lugar, y, se hace llamar registrador de la propiedad.
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