Después de 20 años como cliente del BBVA y de disponer de una caja fuerte que dinero me costó... me vienen a decir que no tengo los dineros suficientes para disponer de la caja. Es decir, el BBVA es de complexión iluminati y de tendencia masona. Ya no quieren clientes como yo con una pensioncita y una tarje de mierda: según la chica muy digna que me ha atendido en ventallina. Antes que ésta, otra me había avisado de que no habían cajas a disposición de los clientes, lo que le ha faltado era: clientes como ud. Es más, hago referencia al BBVA de la calle Las Barcas. Es más, como no pago comisiones por hacer transferencias de un banco a otro a través de cajero, tampoco he podido operar desde los cajeros del sufrido banco. Sí, se puede desde la oficina de en frente y que correspondía al de Moratín. ¿Qué cojones pasa con estos putos amos del mundo? Después de tener nuestros ahorros, durante años, en sus cuentas... Y digo bien: en sus cuentas. Porque, señores, nosotros no tenemos nada dentro de esas entidades del carajo. Resulta que la chica de ventanilla de la pequeña sucursal me ha pedido perdón en nombre de sus compañeras de trabajo del otro banco. Debe ser que las chicas son o están subvencionadas por su trabajo en horas extras de rodillas y por tanto, disponer, de tarjeta Black. Hasta en las mismas entidades las señoritas tienen diferentes estratos sociales con referencia a la clientela. Pues nada, nada, vayamos a nuestras agencias y retiremos lo poquito que tengamos y que les parece tan poquito a esas putas de laboratorio iluminati.
¿Será posible que estas hijas de puta vengan a reirse de lo que nos da el gobierno por haber trabajado durante 37 años? Espero que el hijo de puta del demonio, de Satán, les tenga reservada una milonga como la que nos hacen pasar las putas del BBVA.
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