el poder Iluminati

Tal vez no estamos tan lejos de una demonización a escala mundial. La demonización tiene una sintonía, tiene letra, tiene música. Esta sintonía, esta letra y esta música, nos la están introduciendo en nuestra mente a través de Internet. Gente que oye voces procedente de ninguna parte. Gente que mata a su gente porque alguien que no ve pero que escucha, le dice que lo haga. Niño con los mismos instintos asesinos que los mayores, enganchados a la Internet. Esta caja asesina que han puesto en nuestras manos no es buena. Tiene una finalidad como la que acaban de aprobar con fines altruistas de quitar del medio a los enfermos crónicos, los tullidos, los que no les sirvan para sus fines políticos. Esa gente puede tomar la decisión propia de quitarse del medio; de utilizar la eutanasia para no ser una carga para el Estado, a largo plazo. ¡Qué bonito! Que felices ocurrencias tienen los más mierda de los políticos..., esos que no saben hacer la O con un canuto y se saben dioses paganos de nueva generación. ¡Porque éstos payasos se saben dioses paganos, que no cristianos! ¡Ya se lo habrá dicho su patrón el Papa, que de eso sabe mucho! Tan es así, que en Navidad han habido curas que han divulgado la misma reseña del argentino inteligente: "Jesús con su muerte no cumplió los requisitos del Padre". Es decir, la misión no fue cumplida, como diría un militar de rango a los que han ido a conquistar un país díscolo y vuelven con el rabo entre las piernas. Pues eso mismo le ha pasado al muchacho, que después de muerto, no cumplió; pero tampoco abortaron la misión. Podrían haber enviado al mismo ángel que paró la mano de Abraham de cometer el infanticidio contra su hijo Isaac. No... ese día estaban todos los ángeles ocupados en tareas varias y cuando se dieron cuenta, -el descendiente directo... -el heredero del Cielo, estaba solo ante el peligro de los romanos y los curas judíos. Lo mismo, pero en diferente época, están los enfermos crónicos y los lisiados. Están solos en el mundo a expensas de que, los judíos que tenemos como políticos,  les den la oportunidad de quitarse, ellos, por sí mismos, del lugar que ocupan como ciudadanos dependientes. ¡Hijos de la gran chingada!