debemos saber que hay mamíferos dentro del mar donde tienen su habitat, y que los humanos tenemos un 75, 80% de agua marina en nuestro cuerpo. Que todos hemos probado el agua mientras nos dábamos un baño y que no nos ha producido ningún transtorno interno. El agua de mar contiene la tabla periódica de todos los minerales que el organismo humano necesita y qué mejor que tomar un buen sorbito de agua con esas propiedades. El agua de mar -en contra de lo que nos dicen-, no puede sufrir daño alguno por los residuos que vertimos en ella, es más la sal disponible en el agua de un 33 %, impide que agentes patógenos externos puedan dañarla. Es verdad que están intentando que la gente no demuestre interés alguno en esta noticia y se puedan servir del agua que fue nuestra placenta y de ella evolucionamos.
el agua de mar es el caldo primigenio donde se originó la vida, el
líquido intracelular es lo más parecido al agua de mar, y también lo es
el líquido amniótico, el sudor, las lágrimas y la sangre. ¿Cómo es
posible que no podamos beber aquello que nos dio origen y que es lo más
parecido a lo que nos da la vida? Este líquido nos constituye desde
nuestras células hasta nuestra piel, nos acompaña en el vientre materno y
corre por nuestras venas. El agua de mar no sólo puede ser bebida (la
beben los caballos, los perros, los monos, a la que tienen una mínima
oportunidad), sino que además es muy recomendable su ingesta en la
mayoría de los casos. El cómo y el por qué es lo que va a ser explicado a
continuación.
¿Cómo recoger el agua de mar de forma
segura? Las pautas son muy sencillas: debemos evitar cogerla cuando el
mar está movido, ya que los metales pesados suelen asentarse en el lecho
marino, pero emergen cuando éste es removido con fuerza por las
corrientes profundas. Debemos evitar cogerla en días de lluvia o a los
pocos días de haber llovido, y siempre lejos de cualquier torrentera,
pues éstas pueden evacuar al mar residuos químicos de cierta toxicidad.
No obstante hay que puntualizar que casi todo lo que comemos, bebemos y
respiramos contiene químicos nocivos, y que, en el mar, el zoo y
fitoplancton actúan como filtros naturales (por biocenosis) de todos los
elementos químicos o radioactivos que pudieran ser pejudiciales.
Hay que procurar recoger el agua de mar
por la mañana, tras días sin llover, con el agua serena y transparente, y
preferiblemente en lugares rocosos donde abunde la vida animal: aves,
peces, algas y moluscos, todo ello es síntoma de una excelente salud y
filtración del agua de mar. Si el agua se encuentra en dicho estado,
puede ser recogida desde la misma costa, con un cubo de acero
inoxidable, y vertida en una botella de cristal de gran capacidad, con
la ayuda de un embudo y un colador de tela para evitar el paso de algún
sólido no deseado, aunque es muy poco probable que haya ningún residuo
si se siguen las pautas arriba mencionadas.
El agua de mar no se pudre” (Baquílides,
Epinicio 3,85-87), con lo cual podremos conservarla en las garrafas de
cristal por tiempo indefinido, aunque a los pocos días perderemos los
beneficios nutritivos del plancton y el fitoplancton, que son una
reserva de minerales y oligoelementos de máxima calidad. El minúsculo
contenido en metales pesados, en caso de haberlo, con los días se irá
asentando en el fondo de la garrafa, por lo cual no es aconsejable
apurarla hasta el fondo, sino vaciarla cuando queden unos pocos
centímetros de agua. Ese contenido residual no es contaminación sino
polución, y si no acaba con la vida de la flora y fauna de la playa en
donde la recogemos, animales pequeñísimos que viven inundados en ella
cada segundo de sus vidas, durante años, es realmente imposible que
puedan afectar al ser humano, de un tamaño cientos de veces mayor, por
beber unos cuantos sorbos al día.
Y es que el agua de mar se bebe pura,
hipertónica, y a sorbos, como un buen vino, y en la cantidad que al
paladar le plazca, aunque suele ponerse el límite prudencial de medio
litro al día. Un uso moderado suele ser una o dos copas de agua de mar
al día, pero en casos de necesidad de remineralización corporal puede
aumentarse dicha cantidad. En los casos de limpieza intestinal, para lo
que el agua de mar funciona de manera excelente, puede uno beberse una
copa de seguido y esperar entre 30 minutos y 1 hora a que surja efecto, y
en caso de no surgir efecto tomar una segunda copa de seguido, lo cual
asegurará un día o dos de evacuaciones hasta expeler agua e incluso
restos negruzcos, parecidos al caucho, que sellaban las paredes
intestinales e impedían una correcta asimilación de nutrientes. Las
lavativas con agua de mar rebajada son un remedio fenomenal para quienes
quieren empezar a limpiar su organismo y a asimilar los nutrientes a la
perfección. Unos intestinos sucios jamás podrán asimilar bien los
nutrientes, por más que éstos sean de la mejor calidad.
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