miércoles, 23 de enero de 2019

no defiendo a nadie

parece ser  que las redes han puesto el grito en el Cielo a la opinión divulgada por otro medio informativo. 
¡Basta que alguien diga lo que todo el mundo piensa, para que todo ese mundo se le ponga en contra! 
Hipocresía. 
Es más, todo el mundo puede opinar con el buenismo en la boca, pero no puede decir lo que verdaderamente piensa uno  porque no es ético ni el momento. 
¿Y eso quién lo decide? 
Cuando uno quiere opinar de algo no decide cuándo debe decirlo...: lo dice y punto. ¿No hacen los buenistas lo mismo, aunque sean palabras gilipollescas?-: Dios es bueno. El amor es santo. Haz bien y no mires a quién. Si te sacuden en la mejilla pon la otra... -que seguro te la colorearán también... Las típicas frases que nos solemos enviar por móvil y que nacen en una oficina de marketing; frases de laboratorio de psicología aplicada a la tontez; muy clásica en las iglesias. Quedan muy religiosas. Son tan buenas y justas como el casamiento hasta que la pareja se rompe...
Una sarta de idioteces bien sonantes con capacidad para restar importancia a un caso concreto, como éste. 
Yo opino como los que han puesto el grito en el Cielo diciendo o pidiendo a Dios, si existe, tenga compasión de ese muchacho y lo puedan sacar con vida. Aunque también me pregunto dónde cojones estaba Dios antes del momento que cayera por el hueco.
Seamos justos....
La vida que llevamos está repleta de injusticias desde que te levantas de la camas (si es que te levantas), hasta que te acuestas... 
Las cosas son como son y no hay que poner buenismo en ellas. Como tampoco sacarlas de contexto. Todo es opinable, hasta que se vea la realidad de los acontecimientos: que nos aclaran lo equivocados o acertados que estábamos en nuestras elucubraciones. 
¿Vamos a ganar algo con opinar de la vida y su conjunto...? 
Pues no. No vamos a ganar nada, pero la voluntad de opinar está ahí y se demuestra recurriendo a ello... Que es tanto como el deseo...: unos desean que salga vivo...; otros desean lo que Dios quiera...; si esperamos que sea lo que Dios quiera estamos asegurando que nuestra opinión es una mierda. Que no tengo capacidad de opinar o de crítica. 
¡Siempre que sea la voluntad de Dios, se termina con la voluntad de crítica! ¡Pues vaya mierda de Dios que, sabiéndolo todo, permite que las cosas sucedan! 
Realmente, el que tiene mejor postura, es el ciego...: como no ve, no opina. Hasta que hay alguien a su lado que le cuenta la historia a su modo. Entonces, el ciego, con los datos recibidos... -cuestiona la información como si la hubiera visto. Pero..., ¿y si el comunicante le ha contado una milonga? Entonces es la Obra del Creador...
Es evidente que los cuatro pilares de la Tierra están asentados sobre arenas movedizas...
De todas formas... 
siempre hay un listo que se limpia la nariz con la bandera española...
y un tonto que dice si al crío le han bajado comida o bebida en una caña de pescar... Entonces se monta el pollo...: este tío es un idiota, un descerebrado, no sabe lo que dice...
¿Y el resto sí sabe lo que pasa?
Solo nos dicen lo que queremos oír, efecto del buen rollito...

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