les dan mareos igual que a la grey. La alcaldesa de Madrid, la señora Carmena, ha tenido que ser atendida en el hospital de la Princesa por un mareo ocasional, que pienso, podría estar embarazada, dado los viajes que se ha regalado por los extranjeros latinos. ¡Ojo!, que a mí no me provoca ningún desajuste hormonal los viajes que se pueda pagar dicha señora, siempre y cuando, no tire de tarjeta black. (Tarjeta mundialmente conocida por pertenecer a una casta de individuos y a un banco especial. La tarjeta black consigue dinero en todos los bancos y lugares del mundo) Pues parece ser que la especial situación en la que está metida la ciudad de Madrid al mando del Ayuntamiento de Carmena, la hace la vida difícil y hasta perder la vista. Esa vida de ajetreo sólo la pueden llevar Iglesias y Errejón. Ya vendrá el tiempo en que se den cuenta que las tensiones públicas o privadas nos pasan factura. ¿Cómo pueden quedar los de Podemos con el jefe en el Congreso y ellos patrullando la ciudad? Pues no pueden quedar bien. Y esos momentos eufóricos no son buenos para la vista, por la consabida subida de azúcar. Hay chavales que con pocos años tienen ataques al corazón y no son, expresamente, por la flecha de Cupido. Otros sufren los ataques provocados por acciones externas, cuyos agentes pertenecen a la Benemérita. A los que tampoco les tienen en Podemos un especial cariño o confraternidad. La verdad es que los antidisturbios no es un cuerpo con mucho cariño en sus entrañas, como tampoco los etarras y sus partidarios distan mucho del cariño hacia la gente a la que han trastocado sus vidas a base de dolor y bombas. Creo que los cuerpos secretos o no del Estado se parecen mucho a sus contrarios etarras en estar desposeídos del llanto tierno de un niño, los unos cuando pegan a su padre y los otros por matarlo. Es más, confieso que Iglesias debe tener un vínculo de policía o guardia civil, por su tesón a enfrentarles con sus militantes. -Vosotros rodead el Congreso que si puedo, saldré a que me vitoreéis frente a las cámaras de tv. Si hubiera sido Cesar se hubiera dejado matar, también, por su propio patricio Bruto, en este caso Errejón. "Tú también Bruto-Errejón, hijo mío". Se le hubiera oído decir desde el cuadro corintio de sus columnas.
En fin, cosas de la política que tanto gusta a quienes gusta tanto.
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