el negro futuro de la humanidad

Ya, en la era de la revolución industrial, los empresarios divulgaron a los trabajadores que desde ese momento tendrían más tiempo para estar con la familia. Fue un golpe de suerte para los trabajadores ver como máquinas suplían muchos de sus trabajos haciendo su jornada más llevadera. Sin saber que a partir de aquél entonces, las máquinas irían poco a poco supliendo su esfuerzo y convirtiendo al ser humano en un paria para el Estado. Hemos llegado al siglo XXI y nos están inculcando mentalmente que hay que ir muriendo porque somos -los jubilados-, una carga para el Gobierno. Y, es cierto. En la medida que las máquinas robotizadas vayan supliendo, desbancando, a los humanos, para qué cojones nos van a querer los millonarios. ¿Van a garantizar nuestra superviviencia con sus impuestos? Una mierda para nosotros. Y no olvidemos que los robot están llamando a las puertas de las fábricas. Una suplencia humana con riesgo para los humanos suplantados. Por desgracia, si lo pensamos bien, seremos pasto de Baal cada vez más jóvenes. Los experimentos realizados para la elevada edad de muerte que están dando resultado por la longevidad de los mayores... se verá truncada, desde las mitocondrias. La contaminación atmosférica será el detonante para que los mitocondrias se vean perjudicadas y el ser humano resentido. Pues no tiene sentido la constante eliminación de sustancias nocivas al aire, sin que tenga repercusión en la vida diaria de los niños y mayores. ¡Claro que el tiempo es llegado!, ya se están tomando las medidas oportunas para que así sea. Son leales servidores del diablo que camina.