ahora resulta que los malos (etarras) propiciaban a disponer de escolta cuando saliamos de casa. Ahora resulta que los escoltas son necesarios por si nos fotografían en plena calle y cazado el infractor: quitarle cámara y rollo. Los escoltas están hasta las trancas de tanta tontería junta en una misma personas, a saber: la Leti. Ella que ha sido lo que ha sido y viene de donde viene... resulta que ahora necesita 10 escoltas cada vez que la da por ir a esquiar a los Alpes. Una pasta gansa que pagamos los españoles. Y claro, como es normal, no se conforman con un hotelito, sino el más de lo más, para esos gansos reyezuelos. Y ahí tienes a los escoltas (10) disfrutando de unas vacaciones pagadas, aunque más de un susto sí que tendrán con las paranoias que suele tener la doña... con lo de los paparazzis. Es impresionante, lo he comentado otras veces, lo rápido que una persona de familia normal, se acomoda a la vida reinona sin un simple tropezón. Me suena burlón que nos metan esta pantomima en escena y no nos digan que la Leti y el Memo, salían tiempo atrás de conocerse en la RTVE. Es probable que la suso... ya anduviera por los huesos del muchacho, estando casada. Ay, si el jesuita Rouco, que les casó, pudiera hablar.
miércoles, 1 de octubre de 2014
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