jueves, 31 de julio de 2014

Por qué a la Iglesia

le interesa o interesó desechar a ciertos actores en la trama de la muerte de Jesús. Por qué a la Iglesia le interesó presentar a María Magdalena como una prostituta. Por qué a la Iglesia le interesó presentar a los Reyes Magos como representantes de los valores inmortales inherentes a las personas, cuando sabemos que la magia era considerada maligna desde los tiempos de Salomón. Por qué a la Iglesia le interesó presentar a Judas como el malo de la Obra, cuando era: junto con Juan Bautista y María Magdalena, los actores principales de la Historia de Jesús. Todas las insinuaciones inculcadas a los tres Principales, son distorsiones de escritos encontrados y por tanto, no se ajusta a la realidad acontecida hace 2000 años. En la proporción que se desvirtúa un pasaje o acontecimiento en los Hechos, todo lo posterior no tiene valor alguno. Siempre y cuando estemos seguros que la Obra se ajustó a actores conocedores del guión, desde antes de su nacimiento. Todo estaba atado y bien atado, y nada se interponía para que el final del acto no se ajustara a verdad. Por tanto, en la medida que tenemos de Judas el concepto de traidor; a María Magadalena la tachamos de prostituta, y a Juan como el sacerdote oficiante del bautismo, estamos lejos de la realidad que se nos ha querido inculcar desde la más completa oscuridad.
En definitiva y para mí: Judas disponía de la armonía física y espiritual, para dar el paso necesario que tuvo que dar, con el consentimiento de Jesús. Aunque es verdad que si miramos desde nuestro centro emocional, no hacía falta tener un cordero pascual. No era necesario que la Obra terminara con la muerte de alguien; y menos para darnos a entender que, del hombre, nace su Creador. Lo del pecado se lo dejo a los pecadores.

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