que soy reacio a los comentarios del corazón. Pero lo que nunca haré será dejar de lado una oportunidad como esta para sentar cátedra en este blog, de que al amor hay que abrile siempre las puertas. Nada más ver la imagen, foto o pose, no he tenido más remedio que dejar constancia de esas caras de enamorados que derrochan ambos jóvenes. Ellos solitos están en San Sebastián, pasando unos dias de verano que bien se las merecen, porque estar siempre escondiéndose de la prensa debe ser muy duro y sobre todo, si vives de ello. Fíjate que yo no daba por ellos ni un céntimo de euro cuando nos dijeron que se iban a casar y mira por donde, nos están sorprendiendo de que efectivamente su casamiento era por amor y no, como se decía, por intereses del muchacho hacia el cofre de la muchacha. Lo que fue para Eugenia Martínez (hija) un mosqueo en su día al serle presentado el novio, ahora está que no caga con el mismo porque se ha dado cuenta que tiene quien cuida de su madre gratis y así, ella, puede irse de picos pardos. Porque siempre ha sido de muchos picos y muy pardos. Total, que todos contentos mientras el risueño disfruta con su amor en el Cantábrico, para pasar al Mediterráneo -dios mediante-, y después a la isla de Ibiza a disfrutar con su chati de las playas nudistas, las discotecas hasta altas hora de la madrugada, las drogas de diseño: para mejorar el aspecto terso de su chati, y si es posible trios y cuartetos... en los karaokes. Mal pensados.
miércoles, 30 de julio de 2014
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