sin duda es que sí. Es aquella que dijo desde el escaño: que se jodan; refiriéndose a los parados y de ahí para abajo. Ella era Andrea Fabra, hija de uno de los chulos putas, violador de niñas y cacique de Castellón. Es sin duda un síndrome de haber padecido en su niñez una predisposición a la violación o mal parentesco.
Los ciudadanos deberían decir lo mismo de su padre ahora que ha sido condenado a 4 años de prisión por cuatro delitos que le imputa el Juez, y casi 1,4 millones de euros a pagar de multa e indemnización. Cantidad nada despreciable, aunque no la justa, después de saber que tiene 5,3 millones de euros de dudosa procedencia.
Sería muy conveniente que la diputada por el PP, salga a la opinión pública a defender al susodicho padre chorizo.
¡Vergüenza debería darle, decir todavía, que es hija de Fabra! A excepción de que haya trasfondo en sus relaciones padre-hija. Una de ellas estar metida en la trama...
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