Ya me extraña que Berlusconi no haya sido reconfortado por el Papa de los pobres. Y es que Franc, para los amigos, se ha dado a conocer, a través de sus cucarachas, como el defensor de orgías y mamadas, matrimonios gays, y fiestas rococó. El Papa ha dicho que quién es él para cuestionar el amor entre dos personas, aunque sean del mismo sexo. ¡¿Y ahora vienen con eso...?! Después de que la inquisición y la moral eclesiástica, haya manipulado durante milenios (dos que yo sepa) la mente de los acólítos con putrefacciones varias contra todo aquél que no era pedófilo, como ellos.
¿A qué dios rezará Berlusconi en estos momentos de desamparo político? Estoy seguro que estará rezando a los dos: a Dios, y al demonio... por si acaso.Y es que muchas veces se nos olvida que también Berlusconi es persona, aunque él, en algunos momentos, se haya creido Zeus. Lo que no podemos cuestionarnos es, que el muy... se lo ha pasado en grande, siempre que ha podido. En compañía de buenas titis o titos, según el momento y día. Tampoco se lo podemos reprochar, porque el pecado viene cuando no has disfrutado de aquello a lo que llamamos pecaminoso.
Este hombre ha sido el gentleman de las prostitutas (y si no lo eran, él las hacía), y el generoso montajista de fiestas para sus más allegados los hombres y mujeres: "G". Esos, que se reunen cada año para pasárselo de puta madre, a costa de los desgraciados trabajadores.
Yo también estoy rezando para que todos los políticos del Universo terrestre se vean en la calle politica, y en la cárcel comunitaria. Como Bárcenas. ¡A ver si hay alguien ahí, y me escucha!
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