miércoles, 6 de noviembre de 2013

la Tierra regida y dirigida

por extraterrestres. Nuestra cultura social está basada con la misma personalización que hay en el planeta Nibiru, desde dónde se supone nos llegaron los genes. Es más, nuestra religión es una religión impuesta por el mandamás (Annu) de este gran planeta que orbina fuera de nuestra galaxia y que aparece cada 3.500 años, más/menos. Si pensamos en esta posibilidad ¬que cada vez más cala en la mente de los humanos¬, debemos tener en cuenta que siguen estando entre nosotros y que muy posiblemente seamos nosotros ¬los humanos¬ los extraterrestres y no al contrario. La genética nos está dirigiendo en este sentido al no saber con esactitud nuestro enlace primario ni con qué. Aquellos de los que suponíamos podíamos coincidir, siguen estando en la edad de animal, mientras los humanos seguimos una evolución comunitaria y personal por encima de cualquier raza, animado por un ánima más primitiva. Por tanto me lleva a pensar que nuestra civilización está siendo manipulada genéticamente cada cierto tiempo para un logro evolutivo, si pensamos que esto es logro y positivo. Tal vez tengamos por avanzado los sofisticados aparatos, armas y demás extra terreste, y sin embargo podrían muy bien estar, a años luz de otras civilizaciones exo galácticas. Lo evidente es, que el ángel caído o demonios muy bien prodrían tratarse de estos moradores inmortales e inmorales, que vinieron, se quedaron, reformaron la raza suya a través de la terrestre, y ahora manipulan nuestro ADN para que sigamos manteniendo un físico humano, una extructura cultural, pero siempre por debajo del nivel de Nibiru. Algo parecido a los conquistadores de otros lugares de la tierra: llegamos, sometemos, nos acoplamos, imponemos nuestra forma de vida del lugar del que provenimos, y vamos cambiando la genética a base de mezclar una sangre y otra; aunque sea la misma si pensamos que nos han conquistado otros extranjeros, como ahora se les llama a los extra terrestres. Total, que tanta mare de conquistas, haciendas, bebidas espiritosas, y demás zarandajas.., para decirnos que nuestra cultura no es nuestra sino que somos Annunakis. Que nuestro Dios no se llama asi, y que se llama Annu, y que tuvo dos hijos: Enki y Enlil. Enki se hizo cargo de la parte farmacéutica: así hemos llegado. Y Enlil es el hijo cabroncete que tiene el poder del viento, de cuyos trastornos atmosféricos, él tiene la culpa. Es decir, nos han ido dando cada vez un poquito más hasta alcanzar lo que tenemos pero.., lo suficientemente menos, para que no nos podamos revelar contra nuestros dioses, que son ellos. 
De entre todo, se aconseja ser objetivo y llevar al plano mental razonable todos los acontecimientos que nos llegan y sobre todo: cuestinar tanta disciplina, entrenamiento mental, predisposiciòn a creer cualquier cosa que nos llegue, y a eliminar lo sustancialmente evolutivo que nos engrandece. ¿Puede, el estado de ser bueno, una codificación para la no respuesta, la no actividad enérgica, a conseguir más objetivos que los estrictamente marcados? ¡¡¡Cuidado!!!

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