Estrasburgo nos ha demostrado, sin ambages, que las políticas de europa en conjunto con las del resto del mundo, están gobernadas por terroristas; y por tanto, se ven en la obligación de poner en la calle a todos aquellos que hayan cometido delitos de sangre. Hasta la Iglesia, esa del Vaticano, está implicada en todos los actos terroristas a los que ha acudido (mafias) para sus trapicheos mundanos. Y es que nadie de la política se salva de los chanchullos: cobros de comisiones a pistola, matones por un quítame esas pajas, y por un No don Corleone. Estamos hasta las pelotillas de ver tanto despropósito junto, y mirar para otro lado. Y mientras los manchados de sangre salen a la calle, los que han robado en el Corte Inglés o Mercadona, quedan en la cárcel porque son peligrosos.
Miren ustedes. El nuevo gobierno se implantará cuando nos hayan cansado tanto tanto, que la propia ciudadanía mundial avalemos por ese estado Imperial, que sin duda reinará a manos de algún miembro de la Monarquía inglesa. Los augurios no son nada buenos para el pueblo, pues éste, estará doblegado aún más si cabe.
Las fuerzas tenebrosas que mueven los hilos hacia dicha implantación, están agilizando y empujando a los dirigentes mundiales a dar el paso definitivo, así que nos controlen con cámaras por doquier, nos metan miedo a través de los organismos oficiales con relación al cambio climático, la carencia de alimentos para paliar el hambre (OMS), la subida de alimentos actuales, la restricción del agua y luz por medio de subidas periódicas y bajadas de salarios y despidos. Es todo un caldo de cultivo necesario para que la gente pidamos la rápida intercesión de un gobierno que nos palíe lo que suponemos éstos políticos no saben hacer. Y lo que no sabemos es, que no lo hacen porque no les dejan que lo haga. Es mejor obedecer órdenes de quien sea (Estrasburgo, Merkel, etc) que saltarse a la torera a dichos dignatarios en la sombra. Muchos otros murieron por no cumplir con lo ordenado por estas mentes prodigiosas.
Pues a sabiendas de ésto, no nos cabe más que seguir metiéndonos contra estos majaderos políticos, y salir como podamos de la influencia del ángel caído, que expresamente y en contra de lo que otros opinan: no somos nosotros.
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