jueves, 7 de noviembre de 2013

correos de muerte

 Imagen de una cepa de la familia de los coronavirus.
ya no nos conformamos con que diariamente los cielos se vean plagados de una sustancia química blanquecina que ataca directamente a nuestros pulmones y vías respiratorias, con problemas clave en el PH de la sangre; sino que recurren a la globalización como un correo ordinario para ir pasando las enfermedades ¬que en su día fueron derrotadas¬, de nuevo a un proceso vírico inoculado en un camello, a modo de pasante de droga.
¿Este proceso es natural? ¬No. Sale-revierte-vuelve al mismo laboratorio del que salió con características distintas, es decir, se mueve en el ambiente y se reconforta con otros virus que, a su vez, han sido propagados con anterioridad. Yo me pregunto muchas veces si estos maravillos personajes del celuloide (por sus cuerpos y vestuario), saben cómo están dejando el planeta y a sus habitantes. 
Hemos llegado a un momento de la existencia donde: con toda la maquinaria disponible capaz de dar a luz un nuevo amanecer para menos gente; se han propuesto aniquilar a la otra parte con caracter parasitario. Lo malo es, que con nuetro dinero han ido consiguiendo caldos de cultivo unipersonales e inter racista. Un virus con capacidad para atacar a una raza... respetando otra. Un cúlmulo de psicopatías propias de lo que son. Y aquí, querido lector, estamos como conejillos de indias y boqueando como pez.., rezando para que no nos toque en comunidad alguien que haya estado en los Emiratos Árabes hace poco tiempo.

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