para acoger, de nuevo, a los perros, para que no andemos por las calles sin nada que hacer o pasándonoslo bien. Porque este virus, señores, está decidido a matar a los mayores, encerrar a los ciudadanos, menoscabar las libertades y acabar con los momentos de ocio y relación, que pueda tener cualquier persona cuando cumple con todos los comportamientos normales en la sociedad.
Pues no.
Ya vemos que toda la intención de los políticos mundiales es controlar a sus ciudadanos restándole libertad de acción y relación. Que no vayamos por el mundo como si el planeta fuera nuestro. Que no podamos viajar porque podrían confundirnos con alguien de su gran estirpe social. Como si el cño de su madre fuera de oro, de 18 kilates.
Son basura.
Y nos tienen confundidos de que son de lo más de lo más en su trabajo y condición.
Carajo, son miseria y compañía.
Algunos no saben escribir ni a la mamá. Se lo tiene que hacer un criado que sí sabe escribir. Poniendo mucho empeño en la sangría literaria...
Querida mamá, te escribo... -en vez de dictar-: me lo está escribiendo la que limpia la oficina, porque no tengo ni idea de cómo hacerlo. Mira que me lo dijiste más de una vez: ve al colegio, que te hará falta. Como me apunté a la escuela de la vida: Ahora, las cartas, me las tiene que escribir otro de más bajo nivel social. Yo tuve suerte de entrar a dedo en la política y hoy ocupo el lugar que debería ocupar el que me escribe ésta-. Le estoy muy agradecido al Cielo; ya ves.
Ya le pueden dar las gracias al Cielo personajes como los consejeros de sanidad, que cualquier médico han podido tumbarles porque no tienen pajolera idea de lo que están diciendo del virus o de la necesidad de recluir a los ciudadanos de 00:00 a las 06:00 de la mañana.
¿Con este horario evitamos que el virus esté más cabreado que a las 12,00 h, de la mañana?
Lo que sí será positivo es en que los chorizos sean visibles desde bastante lejos, se les pueda detener cuando intenten hacer butrones, cambiar un coche de aparcamiento, o follar en los bancos públicos.
¡Válgame, Dios!
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