lunes, 19 de octubre de 2020

lo venimos pronosticando

que no cabe un tonto más por metro cuadrado... es tan verídico como que Sánchez e Iglesias maman o liban las mismas miasmas del estado pútrido de la política española. Infectos bichos que van contagiando cuanto tocan para deleite de sus egos malditos. No he visto animales de pezuña con tanto fistro de la pradera, como estos dos energúmenos.
Y, como no hay dos sin tres, se les suma Arrimadas pidiendo un plan nacional contra el coronavirus.  
¿Perdona?
Después de nueve meses de padecer el covid... nos vienen diciendo que todavía no hay un plan nacional contra el virus. Y... ¿a que estáis esperando? Los ciudadanos, tal vez, estamos descontentos con vosotros porque os pedimos más de lo que portáis dentro de vuestros cerebros. ¿Qué podemos hacer con vosotros? 
Se me ocurre mandaros a guardar bosques y limpiar los montes. Pero es que no seríais capaces de hacerlo porque no tenéis ganas de hacer nada. Estáis bajo el embrujo de las órdenes sionistas de un siniestro individuo como es Soros. Éste vino y os dijo a todos lo que teníais que hacer a través de la figura de Sánchez, y en ello estáis trabajando. Las derechas y las izquierdas, como siempre, al servicio del caos y la maldad. 
Resulta que la izquierda no tenía, ni tiene, asesores, suficientes, para dilucidar cómo hacer frente al cuerpo destructor de la pandemia. Siguen buscando un Simón o un Illa que sí sepa qué camino tomar para combatir el covid 19. Las derechas tampoco disponen de cerebros que se hagan cargo de los pasos a seguir para normalizar la situación española, regentada por un ente en su estado más virulento. Es..., como si hubieran soltado otro virus... Troyano, en las dependencias o formaciones a las que pertenecen nuestros representantes políticos, porque les ha dejado fuera de cobertura mental. Es evidente que necesitan un reseteo o un cambio de estructura que parta del pueblo español. Decir: hasta aquí, es un gran logro para la grey española. Que sepan que les estamos observando y que, aquél que no tenga intención de trabajar, se le puede cesar inmediatamente. Si el pueblo elige, el pueblo derroca.

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