Sánchez ha hecho un corte de mangas a las demás formaciones políticas y les ha dicho que hasta mayo no vuelve. Que ahí tienen el papel para firmar el acuerdo o no. Que no pierde más tiempo en pedir opiniones a las demás formaciones. Que se va a Doñana o a donde le salga de los cojones, pero que no cuenten con él para controles al gobierno. Que cierren el chiringuito durante seis meses y aprovechen para visitar otros países ahora que la pandemia está lo suficientemente agrandada para que no haya nadie por las calles y se pueda pasear tranquilamente. Solo tendrán derecho a grandes festorros los directivos de periódicos, los directivos con gais y putas a gogó. Que de eso sabe mucho Pedro J. Ramírez.
Hoy me he sorprendido al escuchar a Federico llamarle siniestro a Pedro J. La verdad que un poco siniestro sí que es ese señor y sus siniestras dotes sexuales masocas. En el vídeo, al menos, demostró que le gusta hacer de poni y que le monten sin silla ni aparejos. A pelo.
Estos tipos de fiestas de guaperas deben ser muy normales en la capital de España. Se nota dónde está el poder y los que aspiran a no ser vapuleados por ese poder. El Cuarto Poder, lo llaman: la prensa escrita. Es por ello que los directivos de ese poder sean agasajados, mimados, contados para todo lo que ese periódico tenga a bien desear. Y cómo no van a presentarse 150 comensales con sus respectivas compañeras de cama y de intercambio cultural. Entiendo que un poco de cultura habrá por algún rincón de la sala o salón de comensales. Al menos, el camarero, será llamado por su porte y chitón en boca. ¡Vamos, digo yo!
En fin, amigos,
que los ministrables se van de vacaciones los seis meses de pandemia y a refugiarse por si el virus les busca para anidar en sus alveolos pulmonares. Estoy seguro que deben tener un bunker o varios, para poderse refugiar cada vez que acontezca un advenimiento de este calibre. Es preferible construir bunkers que invertir en sanidad para salvar vidas. Total, todos nos tenemos que morir una vez en la vida. Deben de pensar estos desgraciados que hemos votado para dirimir estos eventuales momentos.
Lo que más me llama la atención son las formalidades que se utilizan para no decir nada o agasajar al contrario insultándolo. Casado va a votar a favor de los desvaríos de Sánchez, pero se va a acercar a Europa a denunciar el caso. Inés Arrimadas se vendió al enemigo hace años y pretende demostrarle su descontento estando contenta. Una forma de mantener las formas sin el formulario de las formas. Realmente fue salir de Cataluña y bajar su nivel a la altura de las suelas del mocasín castellano que usa Sánchez.
¡Qué pena de mujer! En fin, ella sabrá lo que está haciendo.
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