se trae el PSOE, contra el PP, por el territorio de Madrid: capital y provincia.
Sánchez no se ha dado cuenta de que Castilla la Nueva no quiere nada con los socialistas y menos, gobernando la capital de España. Pues no se ha dado cuenta. Es un hombre duro de mollera y engorde ególatra. No hay forma, ni directa ni indirectamente, de decirle, que los madrileños no quieren nada con el PSOE. Nada. Y eso le tiene francamente fuera de sus casillas.
¿Qué pueden tener los madrileños contra mí?, se debe preguntar a cada minuto del día. Y, claro, no encuentra respuesta por los motivos que hemos dado de egolatría y comunismo trasnochado. Luego se junta con quienes se junta y eso, a la ciudadanía, no le llega a convencer.
Sánchez está últimamente floreciente como flor de cardo. Y debe su motivo al compromiso adquirido con Soros, en la ruta marcada por éste, cuando tomó posesión del cargo de presidente. Un marco político que llevan a rajatabla, cuyo fruto esta bien cosechado. No solo es un beneficio para Soros y sionistas judíos, sino una hecatombe para los ciudadanos donde se esté llevando semejante ruta política. Ya he marcado en otro post, que la intención de Soros es fortalecer la cúspide de la pirámide, trastocando la base de la misma. Y ya sabemos o debemos intuir quienes somos los que formamos la base y mantenemos -sobre nuestros hombros- el total de la construcción piramidal. Sería absurdo no darse cuenta; como absurdo pensar que hablamos de conspiraciones. El compromiso de Sánchez con Soros es real, y esto sí que es para desgracia de los ciudadanos del mundo. La grey debe mentalizarse hacia una visión del mundo que no tendrá nada que ver, con lo que hemos vivido hasta ahora. El mundo está siendo preparado para una concentración masiva, y una hambruna sin precedentes. En este confinamiento pasado hemos tenido el momento de vacas gordas, dándonos a entender que no habría carencia de alimentos. Esperemos en los próximos encierros... si las vacas gordas no se han convertido en famélicas vacas. Al tanto.
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