lunes, 18 de noviembre de 2019

siento decirlo

pero la culpa de la negociación entre Pedro Sánchez e Iglesias, ha sido de Carlos Herrara, que tuvo la feliz idea de implicarse lo suficiente para que Sánchez e Iglesias firmaran el acuerdo, para que Herrera tuviera que irse a donde dijo que se iría si los dos negociaban. Creo, por el compromiso, que ni Sánchez ni Iglesias son amigos de Carlos. Ahora, el locutor, va a tener que hacer la maleta e irse a Somalia, exiliado. El primer español que ha sido agravado directamente por las políticas de Sánchez. Ni te cuento cuando tengan que meterse con la enseñanza pública, privada y concertada. La izquierda siempre en pro de la educación. "No bonita no".
Bueno;
Carlos Herrera ha sido un tío que en vez de jugarse un jamón en contra o a favor de sus ideas, tuvo la valentía de decir que se iba a Somalia porque tenía claro que sería imposible que Sánchez e Iglesias fueran a gobernar juntos. No contaba con que, Sánchez e Iglesias, son de los de: "donde dije digo, digo Diego". De ahí que mucha gente les haya votado por lo mismo que pensaba Herrera: "Nunca un binomio entre iguales". Entre Sánchez e Iglesias no son dos personas que se abrazan y medio besan y hacen guarreridas, no. Son un solo ego que envuelve los cuerpos de esas dos (¿...?), lo que sean.
Herrera, querido, o querido Herrera, por mí puedes y debes quedarte en España si no eres de los juiciosos que cojan la maleta y se vaya, no ya a Somalia, sino a una isla desierta para perder de vista a toda esta patulea de payasos sin nariz roja. Solo a los payasos de profesión se les pone la nariz roja porque tienen un poquito de pudor ante un público muy exigente, como son los niños. Estos payasos políticos se mofan de su público: los que les han votado y los que no. Hace falta tener faltriqueras para portar los polvos blancos que les inhibe de la total imbecilidad. Es muy posible que esos polvos blancos provengan de Venezuela o Colombia. Hay uno que iba de negro y de tanto acercarse por Colombia, se convirtio en blanco Ariel. 
¡Ojo, navegantes o turistas!, hay productos que cambian desde el iris, hasta la toga. Y no es la lejía.

No hay comentarios: