o de patíbulo.
Después de todo este tiempo y tres convocatorias de elecciones después... no vienen a insultar diciendo u opinando todos los mismo. Se han copiado unos a otros con el tema de los migrantes, con las partidas presupuestarias para donar a los migrantes menas y violadores de Alá. Y, por supuesto, todo por la patria, la nación y la subida de las pensiones cuando todo el mundo conocemos y sabemos que no hay Pacto de Toledo porque se lo han machacado en groserías y, porque vienen vacas flacas. ¿Para quién las vacas flacas? Sí, no penséis tanto, para los pensionistas y jubilados. Aplaco la ira diciendo que si las pensiones fallaran, tendríamos otra Guerra Civil y no estoy seguro si nos dispararíamos unos contra otros o nos agruparíamos todos contra los putos políticos. Porque, amigos, son ellos los que se suben el sueldo a su antojo y capricho y lo sacan de no subírnoslo a nosotros. Todo en la vida mantiene ese equilibrio: lo que falta en un sitio es porque se ha ido a otro y viceversa. Lo que había en el Pacto de Toledo se ha perdido hacia otro lugar: un agujero negro, tan negro tan negro que no hay Dios que sepa dónde está depositado ese montante. Como tampoco sabemos dónde se encuentra el montante de 800.000 millones de euros de los Ere de Andalucía. Pero haberlos haylos…; pero dónde...; ese es la cuestión del espacio tiempo y la ubicuidad.
Total; que se han visto asombrados cuando se han enterado (se lo ha dicho el asesor que llevan portándoles la cartera, los cuadres y ladrillos) que coincidían todos (hasta los de Bildu, PNV) con los de VOX. El otro día no se dieron la mano y ahora coinciden en los mismos puntos en la propaganda electoral.
Ahora que hablo de no darse la mano entre PNV y VOX: estoy de acuerdo con Aitor el no darle la mano a su oponente más oponente que tiene el PNV. Si le está llamando etarra, matón, y le va a quitar el partido y le va a medio echar de España, no pretenderá Espinosa de los Monteros que le abrace el pro etarra. Ahí patinó Espinosa para regusto de Aitor. ¡Vamos digo yo!
Bueno;
mi opinión es que nuestros políticos no tienen más opiniones que darnos a los ciudadanos que una simple incertidumbre social y un ¡ay!, constante. Para qué vamos a montarnos películas para no dormir si ya, con el miedo que nos meten, tenemos cagalera para rato.
Amigos, solo tres días nos separan del día D, y de la sorpresa del 28 de diciembre, que este año se adelanta.
Ante todo, afrontemos con valentía la recesión que viene, y seguro estoy, que podremos con ello.
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