Un hombre de Estado

Se fue de la política como había llegado... (Es verdad que llegó a la político muerto y revivió y, ahora, cierra el círculo muriendo.) En eso ha cumplido. Pero, así cumplen todos "pobrecitos".

Rajoy, -el mismo Rajao del PP-: el que le propuso que aguantara... El mismo Rajoy que dijo de Rubalcaba: que era serio, ejemplar y hombre de Estado... Se nota que Rajoy era del PSOE. Y más se le notó, cuando, abandonó el escaño por una copia china de bolsos Louis Vuittón. ¡Majadero y maricón! 

Deberíamos haberle preguntado: ¿En comparación a qué... o, a quién...?

Lo mismo dijo de Cristina: saldrá muy bien parada, del choriceo de su marido y de ella misma... Concomitancia entre la judicatura, la política del Estado y el Abdicado.

Señores,

a esto es a lo que denominamos buena política y buenos políticos. 

Pero estos calificativos no los lanzamos nosotros...: se los lanzan ellos..., -piropos de Estado-, porque se han considerado siempre por encima del bien y del mal de los vaivenes acontecidos en cada vivienda; en cada unión familiar. 

Cuando se marche Felipe -que no querrá irse porque tienen mucho patrimonio para dejarlo atrás-, le decimos lo buena persona que ha sido y lo buen Hombre de Estado que ha mamado al lado del Abdicado. De esa Monarquía que tanto odian los comunistas y los socialistas. Pero como estos siempre juegan -como la Iglesia-, a doble juego de chaqueta...: cuando quieren estar a bien los monarcas le dan la vuelta a las mangas y queda un color, y cuando quieren revoluciones en la calle porque les da votos...: dan la vuelta al forro, como buenos Agentes Comerciales. Que eso es lo que son y han sido los políticos en España: Agentes Comerciales, al servicio del mejor postor. Y, eso, lo ha dicho la princesa Corinna. Que si la pudieran dar la vuelta -a la princesa- como el forro a chaqueta de socialistos… ¡Cuántas cosas nos podríamos enterar los españolitos de a pie!

El españolito de a pie vota lo mismo que vota el vecino, el tendero, la asociación de jubilados y la petanca... O, el párroco de barrio que conoce a la feligresía. Que no se coscan, desde el atril o púlpito...: decirle a los feligreses lo buenas personas que son aquellos Hombres de Estado afines a la Iglesia. Afines como dadivosos. Y, allá va el matrimonio mayor a votar para que no le quite la paga el que entra nuevo. Las amenazas de siempre.

De otra forma... ¿Es normal que Podemos siga todavía en política, habiendo llamado de todo a los ricos para convertirse en uno de ellos? Un millón de euros solo se lo puede conceder una sucursal que trabaja para los socialistas, como es el Santander. Y, como el dinero, es el contrato o cordón umbilical con las fuerzas del mal, y con el orden establecido dentro de las instituciones...: ahí quedamos gobernados por psicópatas, asesinos, hijos de puta...: que nos quieren vender como esclavos a países piratas europeos, como Alemania. 

-¡Qué buenas personas sois!-: decía un amigo cuando ganaba a las cartas y recibía la pasta.

Y me pregunto: si tan buenas personas sois y Dios siempre se lleva a los buenos...: ¿Por qué no os morís todos a la vez? ¿O es que pensáis que no sabríamos gobernarnos con el conocimiento de la más vieja del país? Esas,  sí que son, las Jefas de Estado. Las que han sabido llevar las cuentas del Estado Central, a través del sueldo conseguido por el esposo en su empresa: pública o privada. Las que han regulado -permanentemente- la inflación: gastando y ahorrando, cuando era necesario. 

-Lo digo:

-Tanta hipocresía revienta las tripas del que se considere humano. Es evidente que ni al divino, ni al dormido: le puede afectar la hipocresía política...

¡Qué bueno era Rubalcaba!

Para, ¿quién?