los representantes públicos

La imagen que no vale para representar a una empresa o emporio comercial... ¿sirve para representar a una parte de españoles?

Pues me da que sí. Esta señorita es candidata de IU-Equo, al ayuntamiento de Ávila. Es verdad que empiezas a tener apariencia de sioux, pasas a tenerla de okupa, y terminas con un kaserón del tamaño de media provincia de Ávila. Así comenzó la andadura política Iglesias, y cualquiera diría que se ha convertido en un político mafioso. De las Cloacas..., a la riqueza, en escasos años. De vivir al día..., a disponer de una vivienda de 1.000.000 de euros. 

-¿Cómo se hace? 

-Se preguntarán muchos que andan con una mano delante y otra detrás buscando por todas las empresas que existen en la actualidad... -Y, nada... Que si quieres arroz Catalina.

Yo vería bien que si se pueden hacer fogatas en los Congresos, o en el Parlamento Europeo..., se permitiese ese lenguaje sin palabras con las que nos habla la señorita de la imagen. Y, a partir de ese momento...: todo el mundo es bueno, y los guarros mejor valorados. Del mismo modo que la moda del pantalón a rajas mola mazo. ¿Y si fueran todos los políticos en pelota para representar la naturaleza de sus representados? Pues, tal vez, hubiéramos de cambiar el nombre de las instituciones por baños públicos. Esos baños romanos donde se charlaba de todo mientras se hacían sus necesidades. Así les tendríamos a todos limpios por dentro y por fuera.

¿Hace falta llamar la atención para pertenecer a IU, como poblado indio?

Claramente dudo que no sea ese el motivo de determinadas candidatas y candidatos.

¿Por qué si ya disponemos de un LGTBI, no vamos a tener una comuna de empleados de circo?

Esta policromía de colores me está gustando cada vez más.

Y, pregunto, ¿no pueden escogerse entre candidatos que reúnan las condiciones de intelectualidad, con una respetable presencia física?

Al, parecer, no. Hay que dar la nota y cuanto más grande mejor. Por eso eligieron a Puigdemont: porque reunía todas las cualidades para ser un payaso, un desertor, y un memo del montón.