Pienso en voz alta si no se da de leches el estar imputando, investigando, juzgando, a determinados políticos presos por su implicación en el asalto al Estado Central... Y permitiendo, al mismo tiempo, que parte de los huidos del golpe, del asalto, puedan presentarse a las elecciones al Parlamento europeo. Este es otro fracaso de la política española, y de la judicatura en especial. Un señor que se ha largado y se encuentra en busca y captura, por los mismos jueces...: Se le consiente presentarse al Parlamento europeo representando a ¿quién?
¡Vuelta la burra al trigo!
Si lo que pretenden es que se presenten en Madrid para detenerles en el acto de recoger las actas... lo tienen claro. Creo que ni Puigdemont, ni Ponsatí, ni Comín, van a caer en esa trampa. Demasiado bien viven en Waterloo como para jugarse la prisión. Y, menos, a sabiendas de que todo tipo de subversión apocalíptica de Cataluña, la culpa la tiene España; y cuela en la mente de los europeos deseosos de una España desunida.
Si miramos traidores por baldosa blanca-negra...: el tablero de ajedrez está colapsado. Ya no cabe un traidor más por baldosa masona. El único que quedaba por ocupar su lugar en el tablero era Sánchez, y la feligresía española le ha concedido el sueño de la presidencia otro tiempo más. Negro sobre blanco. PSOE-PP. Y vuelta a empezar. Los españoles no sabemos mirar hacia otro lugar. Nos tienen encasillados como estatuas de sal. Al menos, la mujer de Lot, tuvo voluntad de llevar la contraria a quien le dio la orden contraria. Aquí no hay Dios que mire en otra dirección. Somos bidireccionales. Somos gilipollas.
Pues lo escrito...
Que no está encriptado como los actos políticos y judiciales.
… y, sin embargo, necesitamos un desencriptador que desencripte la oratoria popular.
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