Este sabio consejo se lo deben practicar aquellos que como Josele Sánchez, Julian Assage, los Jesús que andan, usan, utilizan las calles en intento de romper el Muro de las Lamentaciones existente en cualquier lugar del mundo... Esos, sólo esos, son los que dan fuerza a los poderosos para romperles las alas y ganas de lucha contra el sistema.
Recuerdo que Josele proclamaba la lucha contra el sistema... Un sistema que les pertenece; y les pertenece porque lo han creado para Ellos... a través de un mecanismo que, en vez de crear personas sanas, inteligentes y libertos...: solo crean insensibles hombres cargados de odio, separatismo, individualidad, si no están en grupo. Esas son las universidades que tenemos en España. Un conglomerado de catetos doctores carentes de todo estímulo por la enseñanza que provocan en el alumno una división del mundo y pertenencia a manadas. No me cansaré de decir que los funcionarios son gente que no funciona. Solo están para presumir de haber podido entrar en las administraciones y hacer de su capa un sayo. No sirven para nada. Ahora, sí, la gilipollez a flor de piel. Pues este sistema es el que ha roto los esquemas mentales de Josele Sánchez. Desde aquél que mataron por decir verdades... hasta este guerrero en solitario... solo han pasado dos milenios y muchos mártires. Pero Josele no quiere ser mártir, ni que le condecoren con laurel, como a los Césares. No. Josele solo quiere romper la inercia en que vivimos y que la gente luche por la gente contra la gente que es una gentuza... sean del nivel, condición y casta que sean. Pero no encuentra luchadores de verdad. No encuentra apoyos de ningún tipo porque todo el mundo sabe que meterse con los mierdas que ostentan el poder... estos tiran a matar, y a borrar los asuntos que les implican en escándalos de todo nivel y tipo. ¿Por qué tienen que vivir produciendo dolor en los demás? ¿Acaso ese -hacer daño- les libera un momento de ser personas para convertirse en dioses? Hay dioses que reclaman venganza y, por desgracia, estos pazguatos les sirven para sus comidas etéreas. Tuvieron una gran trabajadora del dolor en la madre Teresa de Calcuta. Seguro que ocupa el brazo izquierdo en el reino donde se encuentre. En el Cielo, expresamente, no lo creo que esté.
Con la Iglesia hemos topado querido Sancho.
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