"Todos los españoles tienen

derecho a una vivienda digna y adecuada".

Sí. Totalmente de acuerdo con el artículo 47 de la Constitución española. Pero no gratis. Si así fuera a mí que me paguen lo que me costó el piso y me acojo al derecho del artículo 47. 

Decir vivienda digna se refiere a todos aquellos pisos que de recién construcción: dispongan de los materiales adecuados para que permanezca en pie; de ahí que a las constructoras se les haya impuesto una medida de 10 años para posibles desperfectos que pudieran encontrarse en las mismas. O que los materiales no sean de la calidad del cemento aluminoso que tanto se utilizó en viviendas en Valencia. Pero de ahí, a decir que todo el mundo tiene derecho a una vivienda por la jeta...: quiero pertenecer al ramo de los caraduras y vagos del lugar. Esta valoración del artículo 47, si lo tomamos a pie de letra: me doy cuenta que me está llamando estúpido con relación a los que quieren tener una vivienda por la cara. Y, si lo consiguen, aún más estúpido todavía.

Estas valoraciones las hace solamente el PSOE, que es el partido donde va toda la morralla porque se dedican a diferenciar a los caraduras, con aquellos que hemos trabajado en pro de una vivienda digna, un trabajo digno y pagarnos los gastos dignos que  conlleva la vivienda digna. 

Aquí todo el mundo quiere una vivienda digna gratis. Los gastos de vivienda y escaleras que lo pague Rita la Cantaora. Y yo a vegetar que es lo mío y dando gracias al artículo 47 que me ha abierto una brecha enorme para vivir y no trabajar. ¿Para qué? Si consigo la vivienda gratis; si consigo los gastos de agua, gas, luz... por el morro; y los gastos de escalera me los paga la comunidad porque yo me niego a pagarlos...: que me traigan una mamapollas para poderme quejar a gusto. 

Este es el panorama que tenemos con el artículo 47 de la Constitución Española. 

Hoy he escuchado la conversa entre tres latinos en la barra de un bar mientras desayunábamos. El que más hablaba tendría unos treinta y pocos años y 12 viviendo en España. Ha estado en Madrid, ahora Valencia y no sé cuantos territorios más. El caso es que lleva -desde que vino- sin trabajar: ¡mi cuate! ¿De qué cojones vive el muchacho? Pues vive de todas las ayudas que reciben y que ningún español se permite tener. ¡Ni hablar de decirle que se vaya a su país! Que ha sido una de las respuestas, a la pregunta, que le ha hecho uno de sus amigos. 

Y, aquí estamos, dando cobijo, manutención y cariño a todo aquél que viene con intención de tener de todo, pero... sin hablarle de trabajar: porque le puedes producir una urticaria galopante y te denuncie por acoso.

Creo que es hora de cambiar el artículo 47 por cuarenta y siete apartados del mismo artículo, donde se diga que los incluidos en el artículo 47 y apartados: tienen todos los derechos y libertades del mundo. Y si se ponen chulos les daremos a nuestras hijas para que se las follen, como hacen los guerreros Maimónides de Alá. Y todos tan contentos y felices con los violadores santos.