Veamos si de una puñetera vez se enteran quienes han tocado el caso Bar España, que son los mismos niños, ya crecidos y con una carencia mental importante, los que han dado nombres y apellidos de los que abusaron de ellos. Encima de no enterarse les echan la culpa a ellos de poner en duda la seriedad con la que determinados periodistas están llevando a cabo la investigación y la difusión. En un programa de TV de Intereconomía había, periodista, quien ponía en duda la veracidad de los hechos, en ese caserón de debió ser demolido desde sus cimientos.
El Caso Bar España no es nuevo. Lleva aparcado en cajón desastre desde hace muchos años, tantos, como edad tienen algunos de los chiquillos abusados desde los cuatro años. Y, ahora, rondan los 22 y más.
No. No creo que el señor Fabra, (presunto señalado como pedófilo de ese lugar), haya hecho nada de eso. En, algún caso, habría pasado por allí, a lo mejor a tomarse una copa... Pero estoy seguro que él no ha tenido nada que ver con el Caso. Ni han habido violaciones ni nada que hayan dicho los abusados, ni se han encontrado huellas de las presuntas muertes de las que hablan.
En 22 años ya ha habido tiempo suficiente para cambiar el aspecto del territorio, como ha cambiado el edificio donde se cometieron, presuntamente, los desgraciados relatos de los menores. Y, también, del padre -al menos-, de uno de los agredidos.
Ya va siendo hora de que lo impune sea llevado a la justicia. Que lo oscuro sea iluminado y que los agravios sean subsanados. Y que los culpables sean condenados antes de que prescriba el tiempo judicial. El humano y el político nunca deberían prescribir.
Que se enteren en Intereconomía que, por mucho que quieran defender a algún individuo político allegado, el que es, lo es.
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