
Mirar a Sánchez es la justificación de la mala cosecha ejecutada por Mariano. Un Mariano que debió dimitir y provocar unas elecciones que nos habrían evitado tener a Sánchez de Pepino y, encima, contaminado. Si Rajoy lo hizo como venganza u ofensa a los ciudadanos... ha de saber que "arrieritos somos y en el camino nos encontraremos". La vida siempre nos pone una circunstancia que corrija las torrijas de Mariano y su equipo. Ver a esta individua me da la misma proporción de asco que viendo a Sánchez. Los otros, sabemos, son comemierda de algunos misioneros del más allá. Que, espero, los cielos puedan caer lo mismo que cae el infierno. Hay figuritas divinas que no hay divino que pueda entenderlas. Solo son descifrables a través de la boca de un cucaracha de cura cuando te hablan con ese paladar de chupapollas. Creo que medirnos con los cielos y los infiernos es darles cancha a estos capullos para seguir saliendo en procesión los días de Semana Santa. Una Semana Santa como los santos de la Santa Inquisición.
Por favor
mandémosles a hacer puñetas a los torraos de la foto y a los sobaos de las procesiones. Mandemos todo a tomar por el culo y empecemos de nuevo sin necesidad de tener una guerra como justificación, a, arrasarlo todo como nuevo comienzo. Si sabemos que las muertes hacen felices a determinados individuos que viven de ello...: no les demos placer de hacer caja con nuestras muertes. Rompamos las tradiciones y comencemos un nuevo orden que nos dé mejores soportes para una convivencia estable y segura. Hay una vida, sí... pero muchas formas de poderla vivir. Y la que tenemos ahora solo caben sinvergüenzas, ladrones y gente de mal rollo; como esos cuatro que vemos en la imagen y sus amigos separatistas y terroristas...
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