como buen español

ayer estuve escuchando -a través de las ondas- la actuación, a cuatro, de Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis...

¡Impresionante!

Jamás he visto cuatro individuos con más ganas de obtener la Presidencia del Gobierno. Jamás he visto a cuatro individuos, sin rostro, arrojarse escupitajos, como si de moqueros se tratara.

Esa no es la España que queremos. Al menos, yo. 

Si su intención es mantener esa postura de insultos, mentiras y malos rollos...-y nos los sueltan a través del Ente Público, como si tal cosa... -Mal vamos. Si cada uno de ellos nos está diciendo que son unos mentirosos... y que eso es lo que vamos a conseguir, como tónica general, después de las elecciones... No hace falta que se molesten... Ya los conocemos... Y, lo que vemos, no nos gusta, ahora, ni nos ha gustado, hasta ahora. Más de lo mismo...

Creo que no se dan cuenta de lo que dicen y hacen: porque no se consideran parte de los ciudadanos. Se consideran dioses...: desde que pisan la política (gracias a la grey) y no se vuelven a acordar hasta que pasa un tiempo y ven que sus posturas van perdiendo la calidez del principio y los ciudadanos empiezan a quejarse de sus inseguridades en la administración del país. 

¡Son tan patéticos, que dan ganas de pasar de ellos, en la misma proporción que pasan de nosotros!

Hay que darles un escarmiento y consistiría en no ir a votar. Porque con el voto: a favor o encontrar, les estás dando cancha para hacer su santa voluntad. Y la voluntad de sus personas es dividir el país en cachos... Y cada trozo... un kaserón, como el de Iglesias. Un individuo que se permite insultar a los ricos de derechas y no...: a los ricos de izquierdas o comunistas. Que esto es el sumo del insulto a los ciudadanos. 

Espero -con todo raciocinio- que salga la más votada la señora María, de 90 ó 100 años, y les enseñe cómo se administra una casa y un país. Estos pijos, niñatos, no se merecen jugar con "el sudor del de enfrente" o "del votante".
Me gusta cuando les veo todos vestiditos de azul. O hacer la uve de victoria; o la uve de aquellos extraterrestres que vinieron a comerse las ratas que corrían alegremente por las alcantarillas terrestres. Nosotros representamos a esas ratas que alegremente se comen cada cuatro años. Se alimentan de ese orgullo patrio que solo les dura lo que se tarda en tragarse al pobre animal.