En este caso le ha venido Dios a ver en la persona de Ángel Hernández, quien ha practicado o ejercitado la eutanasia a su mujer aquejada de esclerosis múltiple. Nadie mejor que ellos, los afectados, para saber qué mejor les podría acontecer a sus familiares, que la muerte. En su misma situación estuvo Ramón Sampedro hasta que tomó la decisión de abandonar este mundo tomando una dosis de cianuro que le causó el descanso eterno. En aquél entonces, fue su pareja sentimental, Ramona Maneiro, a quien señalaron como cómplice necesario para dar la bebida a Ramón. De haberle suministrado la dosis necesaria y cuantificada de cianuro. Al parecer fue una organización bien elaborada entre los amigos íntimos de Sampedro. Uno compró el cianuro. Otro calculó la dosis. Otro depositó la dosis en el agua. Otro puso la pajita. Un total de 11 amigos se comprometieron con Ramón en cumplir con su pedido: morir.
20 años ha estado Sampedro pidiendo la eutanasia y en los 20 años fue denegada. En 1998, Sampedro se quitaba la vida después de 37 años encamado y paralizado de cabeza hacia abajo. Y desde aquellos entonces..., nadie ha tenido la voluntad suficiente para romper con la parálisis de la política, hasta que han llegado las elecciones para rompe el monde y proclamar la eutanasia por el gobierno que aspira a seguir gobernando y rompiendo España, con sus amigos etarras con derecho a roce vs. Fuerzas de Seguridad del Estado, y con los separatistas catalanes...
Todo un derroche de intenciones que no llego a comprender que si hace 30 años no estaba contemplada la eutanasia por los motivos que entendiera la Ley...; ahora sí se pueda contemplar la eutanasia como servicio social cara a quién...
De la misma manera que han habido médicos de Estado que cobraban un sobre-sueldo por negar bajas laborales...: han habido quienes dentro de ese colectivo médico se iban cargando a gente -sobre los 100 viejos- porque se supone que debíamos de ser muchos en el organigrama del INSS. ¿También cobraron esos médicos por el traslado de viejos al Mas Allá?
Ahora resulta que Sánchez va a permitir que cualquier marido, hermano, conocido, pueda desenchufarte de la máquina para evitar gastos innecesarios al Estado. ¿Tendrán los familiares un descuento en la declaración de renta por el traslado perpetuo de los enfermos de larga duración?
En estos casos preferiría no tener dinero... mucho dinero... para que nadie me propusiera el viaje sin retorno. Estoy seguro que siempre se encontraría un médico que por una cierta cantidad negociada, estamparía su firma, y uno más al reino de los sin cuerpo.
¡Quita, quita, que me quede como estoy, Virgencita!
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