miércoles, 10 de abril de 2019

nueva parida feminazi

ahora se quejan que los móviles, los coches, están preparados para hombres de metro setenta y cinco, y 75 kilos de peso. El hombre figurín. 
Pues no es el hombre figurín quien las alienta a quejarse de no encontrar alguno en su vida...; se quejan de que los coches tienen lo pedales a la distancia de ese figurín... sin darse cuenta que hoy los coches tienen el asiento, y hasta diría el volante, ajustable a las necesidades de los conductores. 
¿Dónde cojones se han sacado el carnet? 
Si no saben que se desplazan hacia adelante y hacia atrás, es que no han hecho el amor en un coche. Y tal vez sea eso lo que echan de menos.
Del móvil se quejan que es grande. Que las dimensiones son para hombres. Las encuestas realizadas por estas quejas dan como resultado que hay más mujeres que hombres los que compran esos móviles...: grandes. En particular porque llevan bolso y pueden transportarlo fácilmente; mientras que los hombres deben resolverlo portándolo en los bolsillos y no se ajusta bien.
Total
que tenemos una retahíla de venenosas serpientes buscando cualquier escusa para dar la manzana a comer a la sociedad. La manzana del sopor y la tontería. 
Pero dejan de ser tonterías cuando el foco es el patriarcado..., es el hombre... Cuando realmente no saben porqué dicen y hacen tantas payasadas juntas y descontroladas. Esto es realmente lo peligroso: su falta de conocimiento de aquello que les están introduciendo como somnífero catatónico y dirigible a su mente como mujer. Todos los experimentos tienen un fin determinado y el patriarcado ha sido la secuencia, la tabla, el neón, que ha desencadenado el que las mujeres se lancen, como los cerdos endemoniados, al fondo del precipicio.
¡Qué lamentable estado de percepción disponen estas locas del coño: las están ninguneando y no saben por dónde ni porqué les sucede a ellas! No lo preguntan. Ni lo quieren saber. Solo se satisfacen como las polillas girando y girando alrededor de la bombilla.
¡Acojonante!

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