no estamos exentos que nos suceda

lo que a las vacas locas, en Inglaterra, que les daban de comer de su propia familia, mezclada en el pienso. 

En Tailandia, que tanto y bien  hablamos quienes hemos estado allí... resulta que, en un bar de comida vegetariana, estaban sirviendo -junto a las acelgas y demás verduras-, la carne de un señor de 60 años. No hay mal que por bien no venga, si el asunto estaba en reciclar la carne y mezclarla con carne, pero no en el establecimiento vegetariano. No cuela. Y de este modo se enteró un comensal, cuando, en su sopa, se encontró con parte o trozo del señor sacrificado.

El cliente llamó a la policía quien constató que el muerto tenía nombre y apellidos... por lo que se hizo más penoso seguir comiendo, el menú, sabiendo como se llamaba el muerto. 

En España nos preguntamos lo mismo, pero no por lo que aparezca o no en la sopa, sino porque nos escama que los chinos no entierren a sus muertos. ¿O es que no se mueren los chinos en España?

Sí, si que se mueren y nos los dan a comer en los arroces tres delicias y en los rollitos primavera. Porque, si no es así, no sabemos cómo envían a sus familiares a enterrar a China. 

Conocí a una señora que me dijo que su marido llevaba los chinos muertos en furgonetas frigoríficas a la frontera con Francia y allí, cambiaba la furgoneta por otra, con ratas oriundas... Sin contar con los viajeros chinos que han cogido con maletas llenas de pollos traídos from China Town. 

¡Alucinante!

No existe en el mundo gente que no tenga un ápice de empatía con el entorno. Los chinos nacen sin ese equilibrio. Todo les viene bien. Se comen ratas, lagartos, culebras, arañas, perros, gatos, y, a nosotros, nos dan los despojos familiares, que les deben producir lágrimas mientras les comen.

Joder, que grima.
Según parece la cocina estaba llena de sangre y de trozos esparcidos por el suelo... Se cree que el venao no se dejaba matar, sin oponer resistencia. 
Y, dice: se clausuró de inmediato el local. 
No, mejor hubieran dejado seguir con la faena por lleno de local. 
No te jode.