miércoles, 4 de noviembre de 2020

lo que más revienta

 es que los políticos intenten siempre esconder..., -atrincherados en sus despachos-, ...datos de parados, de defunciones, de enfermos, de... cualquier cosa es buena para tenerla estanca en uno de los cajones que compone la mesa de roble que acoge por años papeles amontonados y por archivar; ...a la vez que, los codos apoyados sobre ella, sostiene la cabeza pensante de quien no ha pensado nunca por si mismo, porque, siempre ha habido alguien que ha echado mano de la masa encefálica por él. 
Así divierten o se deben divertir quienes tanto tiempo disponen de no hacer nada, y cuando intentan hacer algo van y la cagan. Que en Valencia digan que el paro ha disminuido  en cerca de 4.000 individuos..., es porque nadie va a venir de otras comunidades a verificar si ello es verdad o no.
Pues, señores, no es verdad que en Valencia hayan disminuido los parados y aumentado la Seguridad Social. Valencia está catalogada como ciudad fantasma desde que nos atacó el coronavirus. Ciudad Fantasma como otras muchas que hemos visto en la prensa escrita. Lo único a lo que se ha dedicado el Ayuntamiento de Valencia es a hacer obras a casco porro. Eso sí a un coste mucho más alto porque siempre se hacen las obras bajo el prisma de aumentar la tarifa cuando han empezado a levantar el suelo. Lo que en un principio se iba a reconstruir por 700.000 euros, en La Plaza del Ayuntamiento,  ha costa más de 2 millones de euros, por aquello de repartir... Y en eso andan los partidos políticos en Valencia...: aumentar el valor de lo contratado porque eso hace caja para dividir. 
Amigos,
hay que deshacerse de los partidos políticos con ánimo de lucro. Y, como lo son todos, me extraña que operen distintos los unos de los otros. Nos intentan engañar con las diferencias de unos con relación a otros, y no les está dando resultado. Claro que unos son mejores que otros bajo la visión del hombre de a pie. Aquél que le quita menos es mejor que el que se lleva más. Pero, ambos, se lo llevan crudo. De ahí que se hayan dedicado al latrocinio del 3% como en los mejores tiempos de la construcción. 
Nunca he comprendido lo del vaso medio lleno o medio vacío. Ni para ti, ni para mí. Una forma de visión diferente en el observador. Pero siempre hay alguien que claudica bajo el influjo de esa diferencia plasmada hacia un objeto reflejo de nuestros desperfectos.
Que sepamos que Valencia, España, está toda metida en el paro o en ERTE. Así de claro. Con un mogollón de problemas, de cobro, para los que se encuentran en  periodo de <<Temporalidad>>.

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