lunes, 26 de febrero de 2018

ojo..., al dato

que los independentistas son unos descerebrados... solo hace falta observarles  en sus actos cotidianos. Su comportamiento deja mucho que desear y se amparan, se justifican, imponiendo las reglas de juego en un juego sin reglas. Solo acondicionado a sus caprichos de niños pijos y sin educación y sin control de sus personas y menos: en las sociales.
Que hay un protocolo de actuación entre autoridades lo sabe cualquiera, menos ellos. Tienen que dar la nota cada vez que se trata del Rey o de España, en general. Dedicados exclusivamente a ese censo electoral que les dará la patada no tardando mucho. Desestabilizando la armonía catalana, en su conjunto; como  empobreciendo a sus ciudadanos por imposición e incompetencia de estos desechos mentales. 
Bueno es que vayan sumando sandez tras sandez, para que el mundo vea que, sus palabras contra el resto del Estado español, son rabietas de indeseables hijos de puta. Y de influencias políticas desestabilizantes o desestabilizadoras de otros países orientales y occidentales: Rusia, Venezuela...,sionistas judíos, entre otros.
¿Que España es una península deseada?, los sabemos los españoles desde que se echaron de ella a los moros, judíos, y castas varias. Y porque cada año vienen a sus comunidades autonómicas mayor número de visitantes del mundo entero. Sin contar con aquellos que se quedan por muchas y variadas razones. Razón de más para saber que España es una gran nación, si no fuera por los indeseables independentistas. Maniqueos sectarios dispuestos a todo con tal de distanciar lo más posible sus doctrinas con el resto. Considerando su desarraigo contrario al placentero ideal de Una España, Grande y Libre. Esto no les interesa porque en conflicto (ya lo dijo Zapatero) salen ganando. A río revuelto...
Felipe VI, acompañado de Soraya Sáenz de Santamaría, preside la cena de bienvenida al MWC. (EFE)Fijémonos en lo surrealista y
paradójico de sus comportamientos. Colau y Torrent se niegan a recibir al monarca y se sientan justamente, frente a él, en la mesa de bienvenida. La imagen es de lo más desafortunado para una acogida del nivel que requiere el evento de las comunicaciones. Desafortunada la toma con una Colau levantada cuando todos los comensales y sobre todo, los promotores del evento, están sentados. Una falta de respeto a las autoridades españolas en la figura del Rey, y una más que injustificada pose al lado de Torrent. 
Por favor
estos dos mendrugos están bien como borregos asalta viviendas o mea plazas. Pero, nunca, como representantes de una comunidad española en la Unión Europea. 
Por Dios, Mariano
a ver cuando te tomas las cosas en serio y pones un poco de orden en Cataluña. Si yo fuera el Rey no tendríais país suficiente para correr. A latigazos haría que vuestra cordura estuviera o estuviese a la altura de las circunstancias que hacen honor a un país. Los españoles no nos merecemos el castigo que nos llega desde las administraciones superiores del estado. No deberíamos bajar la cerviz ante la vista acusante del resto del mundo. Sois una mala influencia para los ciudadanos y sus intereses. ¡Pero como solo buscáis los vuestros!, pues hay que pasar por el aro. 
Visto lo visto, estoy seguro que a más de uno de los comensales  le va a dar cagaleras y no por la comida.  Si una imagen vale más que mil palabras, me quedo mudo de lo que podrían haberse comunicado durante el ágape. Es muy posible que la presencia de Santamaría, -como presidenta de la Generalidad y representante de la derecha española-, se deba a amenizar la velada. 
Estoy seguro que toda la noche se la pasó contando chiste para hacer reír al monarca, al anfitrión, y a Ada y a Torrent.
¡¡¡Por Dios, que noche!!!

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