los llaman anfibios; la cuestión es que su apariencia es inequívoca y sus colgajos similares.
Las mujeres y que han tenido contacto sexual con estas entidades han mantenido su apariencia en mente, de la que se han nutrido aquellos que han realizado películas y artilugios conforme a su anatomía. Una de ellas ha sido la fabricación del pene, (muy bien acogida entre las féminas), por la empresa americana xenocat. Ha fabricado consoladores realizados conforme al miembro del lagarto, en la peli La Forma del Agua, propuesta para los premios Oscar.
De esta forma nos van mentalizando a que hay seres que no vemos... pero que están ahí, y que un día pueden asomar el morro reptil y congratularse con la ciudadanía terrestre. Ya estaremos curados de espanto y no nos provocarán ningún desasosiego en nuestra vida cotidiana. Los encontraremos en todos los lugares comprando insectos para comer, de la misma forma que nos están acostumbrando a desayunar saltamontes, comer lombrices, merendar grillos y cenar gusanos que tan buenos y crujientes están fritos, como beneficiosos en la salud. Ya no serán las lechugas, las coles, las judías y los garbanzos y la fruta los responsables de nuestra nutriente dieta mediterránea, sino qué curioso, los insectos. Y, sobre todo, esos gusanos de larva de mosca que se alimenta de la mierda de todo ser viviente que come y caga. Oh, que placer, degustar semejante variedad de esos tan necesitados menús de la Novel Cuisine. (Yo esperaré a convertirme en lagarto...)
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