lunes, 18 de junio de 2018

Francis Galton

En su teoría de la Inteligencia, introdujo la eugenesia,
que entendía el intelecto como una herramienta más creada por la evolución y la selección de los individuos mejor adaptados. Cómo las personas más inteligentes tenían una mayor capacidad para adaptarse a las situaciones novedosas, esta era una gran ventaja evolutiva que debía ser potenciada. Lamentablemente, como Francis Galton adoptó una postura innatista, esto significaba que para este investigador la eugenesia, o la selección de los individuos con mejores rasgos innatos, era una medida útil política y socialmente. 
A diferencia de los planes de “limpieza racial” abrazados por los nazis décadas más tarde, Galton defendía la eugenesia positiva: dar ventajas a la población con mejor legado biológico, en vez de poner barreras al resto de la población. A la práctica, sin embargo, la eugenesia positiva seguía siendo una propuesta claramente discriminatoria, lo cual supuso un apoyo para los movimientos supremacistas que ya se estaban fraguando.
El eugenismo pretendería el aumento de personas más fuertes, sanas, inteligentes o de determinada etnia o grupo social para lo que promueve directa o indirectamente la no procreación de aquellos que no poseen esas cualidades llegando a considerar su aplicación como una ventaja en el ahorro de recursos económicos para los países. En este sentido estaría relacionado con el malthusianismo, el natalismo selectivo y el nacionalismo.
La palabra nación tiene dos acepciones: la nación política, en el ámbito jurídico-político, es un sujeto político en el que reside la soberanía constituyente de un Estado; la nación cultural, concepto socio-ideológico más subjetivo y ambiguo que el anterior, se puede definir a grandes rasgos como una comunidad humana con ciertas características culturales comunes, a las que dota de un sentido ético-político.
Ya sabemos de dónde parte la idea de Nación que le quiere dar Sánchez a Cataluña. Ya tenemos una idea de la procedencia de ese concepto y la repercusión social y por tanto: étnico.
Francis Galton define claramente la figura del político catalán, y el apoyo étnico-político que recibe de la PSOE.
Yo pensé que eran tan ilustrados que esas ideas eran natas en sus personas. Que estaban más alto del concepto que tenía Galton de Nación. Ya veo que se han copiado y pretenden ponerlo en práctica como idea propia.
¡Qué pena! ¡Qué desilusión!
¡Sánchez es un copión!

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