Esta bonanza es aún más grande que la nacida en tiempos de bonanza. Cuando los españoles estamos con la soga al cuello y los pies en el alféizar de la ventana con el vacío por delante, las deudas por impagos de viviendas las están vendiendo los bancos a entidades privadas que son a quienes les deberemos después nuestros pagos. Es decir, que sociedades de Europa y América compran los hipotecarios y se hacen dueños de tu casa. El banco habrá sacado tajada de esa venta: puesto que habrá cobrado algo, cosa insegura en otro caso, y el deudor si es ruso o mafioso: que lo suelen ser, te echan de casa si te vas por cuenta propia o te rompen las piernas si te opones. Todo un desafío y enfrentamiento a las mafias rusas, chinas, sudamericanas, italianas, etc., etc.
Como ya dijimos España está desmenbrada pero aún no estaba vendida, quedaba un pequeño resquicio por el que podíamos ver la luz contando con nuestro esfuerzo. Ahora resulta que el esfuerzo es otra cosa distinta a la que nos habían mentalizado. Con nuestro esfuerzo van a pagar las deudas contraídas con todos los países que nos han prestado dinero pero... con las viviendas nuevas, vendidas a rusos, rumanos, chinos, y a precios que querríamos los españoles pagar por ellas, y que se están quedando con buena parte del territorio español, ese extra se lo quedan los bancos, banqueros, reyes, ex presidentes, presidentes, partidos, sindicatos, todos los chupa sngre que tenemos de políticos.
Debemos saber que ya hay comunidades rusas en Murcia y norte de la comunidad catalana, repletos de hijos de Putin. A no tardar mucho, tendremos un presidente emparentado con Venezuela de Chavez o con la Rusia de Putin.
Y todo ello aderezado con el dinero que están sacando en B, de nuestra querida España, y devolviéndonoslo a modo de compra barata de la burbuja del ladrillo.
¡Qué vergüenza de país, que seamos el paraíso de la fuga de capitales de otros países empobrecidos por todo tipo de mafia del mundo mundial!
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