pero al menos sabemos de dónde provienen los males que nos aquejan.
El control de la población, -nos están diciendo-, es de sobra conocido y uno de los principios de los que quieren echar mano a corto y largo plazo, para estimar la cantidad de personas que deben seguir viviendo en el planeta.
Con las nuevas tecnologías tienen claro que una bajada de población mundial les haría la vida mucho más sencilla a los dirigentes que gobernaran en ese momento. Sabemos, porque ya lo estamos experimentando, que la producción de alimentos la están reduciendo y la comida actual, es parte orgánico y parte inorgánico. Es decir: en China se están comiendo las cajas de embalar como si fueran hebras o, en formato espagueti. Tal es la calidad de los mismos que da gusto ver a un chino comiendo espaguetis o macarrones encartonados, con un ansia e ímpetu, como si no hubiera comido en años. Tragan como si no hubiera un mañana. Y así, claro, no se dan cuenta de que están comiendo cartón de embalaje.
Pues ¿de dónde proviene toda esta regulación poblacional en marcha?
De todos estos centro de control y regulación de nacimientos y muertes.
Somos, por tanto, sus conejillos de Indias y sus muñecos de budú.
La gente, teniendo la barriga llena, pasamos a ser un entretenimiento (ahora en formato de plasma a la hora convenida) de guerra y sufrimiento. Los aquelarres (formato Goya) se hacen a distancia entre maestros de túnicas negras y ojos de diablos. Que haberlos haylos, como las brujas gallegas.
Luego hablan de cambio climático y de covid 19.
¿Qué será lo próximo que nos lancen a la atmósfera?: Los Chentrails ya sabemos lo que son y lo que producen en nuestro organismo. Pero... parece ser... que no son lo suficientemente corrosivos contra nuestro sistema inmunológico. Contra el que pretenden cogerle la medida.
No vienen buenos tiempos para la humanidad terrestre si no hay un equilibrio natural sin la influencia proveniente de laboratorios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario