miércoles, 29 de octubre de 2025

las vacunas covid u otras

han sido un auténtico... como deseado... producto de limpieza. Es decir: un producto para debilitar el sistema inmunológico de nuestro organismo y permitir que enfermedades equis entre y nos destruyan por dentro. 
En plena pandemia hubo médicos en Valencia que prevenían contra la inyección suicida. Solo aquellos que quisieron ser los únicos en no morir: para servir de "plantadores de nabos", se inyectaron hasta cinco veces pensando que los no vacunados eran los que les iban a matar. Unos verdaderos suicidas para la humanidad. Sin embargo nos hemos dado cuenta que la verdadera enfermedad no venía de boca a oreja de los humanos, sino dentro de la jeringuilla. El componente químico utilizado ha provocado más problemas a los vacunados de los que realmente pensaban hasta los médicos y veterinarios. Veterinarios porque nos han vacunado como si fuéramos reses en corral.
Si como dice el video es verdad lo conseguido por las vacunas contra la salud humana, sería conveniente denunciar mundialmente a todo aquel miserable que fabricó, mintió e inyectó la dosis letal. Estos principiantes alquímicos han sido lo suficientemente ineptos como para enfermar a muchas personas que no pudieron superar la dichosa composición química.
Luego de aguantar tanto insulto por parte de los que se habían vacunado y contagiado, por culpa de estos matasanos... se ha comprobado que no hacía falta la vacuna por mucho que estuvieran (eso es otra) preparada con antelación a la pandemia. Es decir: eran conscientes de lo que iban a hacer. Matar gente para meter miedo a los que quedaran vivos. De entre este grupo de vivos..., los hay que aún les perdura el miedo al virus y usan mascarilla como si estuvieran viviendo en China. Auténticas ciudades llenas de polución de CO2, a las que han acostumbrado a sus habitantes a llevar mascarilla como si fuera la antítesis de la salud.
De verdad que los humanos no somos más tontos porque no nacemos una hora antes. Si no seríamos el ejemplo de lo que no se puede ser en la vida: autómata y creyente de todo aquello que te pueda decir un chino de China o un médico al servicio de las farmacéuticas. Así Bill Gates se puso las botas con las ganancias y la propaganda del miedo. No tardarán en lanzar otra propaganda para hacer de los humanos: adictos, que no muertos.

No hay comentarios: